Por Pedro
Juan González Carvajal*
El centro de la
ciudad, por varios decenios ubicado alrededor de la Calle 50 con la Carrera 50,
es decir, pleno Parque de Berrío, ha vivido varias transformaciones en los
últimos decenios, lo que de alguna manera ha hecho que sus historias sean muy
semejantes a los centros de otras ciudades, en otras latitudes, cuyo común
denominador ha sido el desplazamiento y el deterioro ante la aparición de otros
“centros” de actividad, sobretodo económica, que los relegan a un segundo
plano.
Pero también es
cierto que otras ciudades han logrado recuperar sus centros para darle una
segunda y vigorosa oportunidad, haciendo de ellos epicentro de vivienda de calidad,
pero también de turismo histórico, gastronómico, académico o cultural.
Es indudable que
muchos burgomaestres han realizado aportes desde sus respectivos gobiernos para
intervenir y recuperar el centro de la ciudad. Ganas y proyectos no han faltado,
siendo la más significativa la creación del Museo y de la Plaza Botero.
Sin
embargo, hay que reconocer que es gracias a nuestro actual Alcalde, que se ha
logrado la más profunda e integral de las intervenciones, demostrando que con
voluntad, persistencia, planificación y ante todo con una buena gerencia, se
pueden lograr grandes objetivos. Es aquí donde aparece la figura fulgurante de una
gran dama, la doctora Pilar Velilla, quien por donde pasa, en cualquier
actividad, deja una profunda huella de carácter positivo. Ideas plasmadas en
proyectos y estos en obras concretas, es lo que tenemos hoy para el disfrute y
el bienestar de todos los ciudadanos. Es claro que hubo que vencer
dificultades, demoras, imprevistos, pero afortunadamente todos se han ido superando
para obtener un gran resultado. Reconocimiento además para los habitantes, los
empresarios, los trabajadores y los comerciantes del centro de la ciudad, por
su enorme paciencia y su persistencia de no abandonar este lugar, insignia de
los antioqueños y los medellinenses.
Y es que la
mujer antioqueña, de la cual es digna representante la doctora Pilar, ha dado
muestras, a través de la historia, de su grandeza, de su coraje, de su
inteligencia y de su compromiso.
En épocas
recientes, la doctora Alicia Mejía y la doctora Lucía González, en el ámbito
empresarial, en el cultural y en el social. Las doctoras Ángela Restrepo y
Lucía Atehortúa en el campo académico y científico. Débora Arango, Teresita
Gómez y Blanca Uribe en el plano artístico. María Emma Mejía y Nohemí Sanín en
el campo político. Mis entrañables María Teresa Uribe y Beatriz Restrepo en el
campo académico y social. La madre Laura, Sofía Ospina de Navarro y Luz Castro
de Gutiérrez como símbolo de señorío, de completa solidaridad y distinción. En
el ámbito histórico, nuestras heroínas Javiera Londoño, Simona Duque, Josefa
Romero y la gran luchadora María Cano.
El centro de la
ciudad tiene una nueva oportunidad, un nuevo nacimiento, y es responsabilidad
de todos garantizar y propiciar las condiciones para su sostenibilidad y
cuidado.
¡Enhorabuena!