Por Antonio Montoya H.*
Lo
han dicho por todos los medios, radio, prensa, televisión, que la forma de
desarrollar un país es mediante la ejecución de obras civiles, por cuanto abre
las posibilidades al desarrollo agrario, al turismo, genera desarrollo
económico y además facilita el trasporte disminuyendo los costos de este y por
lo tanto incentiva la productividad.
Las
regiones están mejorando las vías, unas con doble calzada otras ampliando las
que tienen. Los gobernantes y el gobierno nacional han permitido que el país se
integre vialmente y ello conducirá a mejores condiciones para los pueblos que
están cerca de las vías.
Todo
eso está bien, pero es necesario que las regiones del sur del país también
hagan parte de esa estrategia de construir vías importantes y con buenas dimensiones,
porque esa zona de Colombia después del conflicto armado está ávida de
desarrollo y de integración con el centro del país. Si no se hace se mantendrá
la desigualdad, la pobreza y los focos de violencia que surgen por la falta de
trabajo, seguridad y salud.
No
obstante lo anterior, debo decir que me sigue pareciendo que las obras civiles
de construcción de vías nacionales y locales, es de corto plazo, y de pequeñas
especificaciones, no pensamos en grande, todas las obras terminan siendo
pequeñas y con necesidades inmediatas de realizar obras nuevas.
Una
mirada a otros países desarrollados puede ayudar a constatar lo que digo: las vías
son anchas con cuatro carriles a lado y lado, puentes por encima, deprimidos,
avisos claros, largas avenidas, en fink son obras con proyección al tiempo, no
sometidas a la pequeña mente que no nos deja ver más allá. Requerimos dar un
salto, pensar en grande, trabajar en grande, aunque nuestra actividad sea
pequeña, lo único que ayudará a que disminuyamos las desigualdades es así,
creyendo que podemos ser mejores.
Me
dirán que construir vías anchas no es posible en Antioquia y yo diría que están
equivocados. Los viaductos ayudan, pero también tenemos sitios que favorecen
ese tipo de construcción; miren por ejemplo por qué apenas ahora inician
construcción de una doble calzada al aeropuerto de Rionegro, cuando desde el
principio se debió haber construido así, pensando en grande. No me dirán que
esta obra extraordinaria del túnel de Oriente, o el túnel de Santa fe de
Antioquia, o las obras de la Avenida Oriental, pudieron desde el principio ser
más grandes, más amplias, sí, claro que sí. Pero las mentes no lo dejaron, que
era mejor poco a poco y esto no es verdad, hay que hacerlas de una vez y
pensando en el futuro.
Así,
de esta forma en la que estoy hablando de la infraestructura vial, puedo
referirme al agro, al sector industrial, al comercio y sobre todo a temas de
importancia suprema como el empleo y la educación. Si no pensamos con mente
abierta, cambiando lo actual, llegaremos a un colapso social y todo será
diferente.
Señores
gobernantes e industriales, a dejar a un lado la miopía, a trabajar con sentido
social y de proyección. Podemos ser muy inteligentes, pero sin integración
social, sin generar fuentes de desarrollo nos quedaremos en la teoría y no
daremos el salto que nos permita ser verdaderos constructores sociales donde
quepamos todos y tengamos beneficio para todos. Pensando en grande habrá campo
para los 45 millones de habitantes, por ello a construir, generar empleo con
innovadoras propuestas, a copar el campo con agricultura sin descuidar la
ganadería, y abriendo caminos de prosperidad, los días venideros serán mejores.