domingo, 10 de noviembre de 2019

Me llevarás en ti y la cuarta revolución industrial


Por Andrés de Bedout Jaramillo*

Andrés de Bedout Jaramillo
En estos momentos de nerviosismo por el paro nacional anunciado, les recomiendo, especialmente a los jóvenes, ir al cine a ver esta producción colombiana y no ir al paro nacional, donde terminarán encubriendo y en alguna forma ayudando a los violentos vándalos que gozan destruyendo nuestra infraestructura y por ende atrasando y encareciendo nuestro desarrollo, lo que deslegitima los verdaderos objetivos de las protestas de los hombres y mujeres de bien.

Ejemplo de confianza en el país nos dan los productores, los actores y todo el equipo de la película “Me llevarás en ti”, que se atrevió a este emprendimiento tan supremamente bien logrado.

Tratar la vida de don Gonzalo Mejía, emprendedor nato, con una activa e importantísima participación en las dos primeras de las cuatro revoluciones industriales, que nos llegaron un poco más tarde, pero llegaron gracias a nuestros visionarios emprendedores como don Gonzalo.

Hoy nos honramos como ciudad al ser actores súper importantes de la cuarta revolución industrial, como centro que nos permitirá avanzar sustancialmente en el sueño de convertir a Medellín, o mejor, a Antioquia en el Silicon Valley colombiano. En esa dirección ha venido trabajando en una u otra forma las administraciones municipales y le meterá el acelerador a fondo la administración que se inicia el 1 de enero de 2020.

La historia nos muestra que llegamos tarde a las tres anteriores revoluciones industriales, a la del Vapor, a la de la energía y a la de los computadores, por andar peleando entre nosotros. Hoy no podemos desperdiciar el momento, estamos prácticamente a la par del mundo avanzado, para lograrlo, y lo lograremos, será un propósito común al que todos tendremos que aportar nuestro grano de arena. La gran mayoría queremos construir un futuro de felicidad, mejorando calidad de vida, con inclusión y equidad.

Don Gonzalo Mejía nos dio ejemplo de tenacidad aportando al transporte aéreo y terrestre el aeropuerto Olaya Herrera, las carreteras a la costa y Bogotá, el primer carro, el primer avión, la navegación y el cine en Colombia.

Insisto en que el complemento motivacional preciso a esta cuarta revolución industrial es la película “Me llevarás en ti”.

Coincidencialmente los asistentes al Foro de la Cuarta Revolución Industrial del periódico El Colombiano, y a la película “Me llevarás en ti”, éramos bastante mayores, intrigados por entender sobre el tema, inclusive nos preguntamos sobre hasta qué punto esta cuarta revolución nos obliga a capacitarnos en manejo de redes y en una cantidad de funciones que tienen nuestros celulares y computadores para estar a tono y poder aportar en la construcción de la inteligencia artificial y participar de los beneficios que nos traerá.

Qué bueno sería ver más gente joven, políticos, servidores públicos y privados, en estos foros tan importantes, aprendiendo y motivándose en tan importante tema, que se convierte en la oportunidad, que no podemos dejar escapar.

Tienen que ser conocidos, comunes y corrientes en nuestro vocabulario, los términos de: inteligencia artificial, internet de las cosas, blokchain, drones, big data, Instagram, Skype, hashtag, robótica, YouTube, etcétera, y además debemos aprender y saber manejarla. No podemos permitir que la tecnología nos siga embistiendo, ahí está el conocimiento y recordemos que el poder lo tiene el que cuenta con el conocimiento.

Antioquia cuenta con el POTA (Plan de ordenamiento territorial agropecuario) un avance importantísimo de inteligencia artificial, que debemos perfeccionar con el esfuerzo y la concentración de todos los antioqueños, ya vemos la utilización de drones en estas y otras actividades, permitiendo el ingreso de la ciencia y la tecnología, tendiendo a su masificación.

En el foro de El Colombiano, hicieron mucho hincapié los expertos en la necesidad de formar buenas personas, que se comporten bien, como primer requisito en el proceso de formación de todas las personas que participen en este proceso de la cuarta revolución industrial, porque la inteligencia artificial, la inteligencia de las cosas debe ser para mejorar la calidad de vida, la inclusión social, las oportunidades, la equidad. Una mala utilización de los avances que nos traerá esta cuarta revolución industrial, puede causar efectos contrarios a los propuestos, es como comparar la utilidad de un cuchillo en manos de una buena persona vs. la peligrosidad de un cuchillo en manos de un atracador o de un asesino.

El congreso tendrá que trabajar muy duro en la expedición de las leyes adecuadas en el desarrollo de todo lo que traerá esta cuarta revolución industrial, donde hasta la intermediación de los bancos, podrá desaparecer para permitir el acceso al sector financiero de las personas que hoy no pueden hacerlo, por diferentes circunstancias. Los bancos tendrán que reducir y hasta prescindir de sus múltiples tarifas y cobros por sus servicios para ser competitivos, el espacio aéreo tendrá que reglamentarse con mucha precisión para dar cabida a los servicios de carga, pasajeros, tecnologías y hasta domicilios que se prestarán con drones, robots.

Ya hay fábricas de electrodomésticos en nuestro departamento trabajando en la inteligencia de los electrodomésticos para ser manejadas desde nuestros celulares, por ejemplo, para avisarnos cuando se está acabando la leche, el queso, etcétera. Inclusive permite hacer el pedido de reposición correspondiente.

Este reto de la cuarta revolución industrial no va a ser superior a nuestras capacidades, a nuestro compromiso, a nuestra verraquera. Considerado como objetivo común de los antioqueños, de los colombianos, nos colocará en el camino del desarrollo acelerado.

Hay que tener claridad en la visión, coherencia en la experiencia y mentalidad en la prosperidad como palancas para la eficiencia en todos los proyectos a desarrollar en esta cuarta revolución industrial, a la que le seguirán la quinta, la sexta, etcétera, revoluciones industriales.