Por Andrés de
Bedout Jaramillo*
En estos momentos
de nerviosismo por el paro nacional anunciado, les recomiendo, especialmente a
los jóvenes, ir al cine a ver esta producción colombiana y no ir al paro nacional,
donde terminarán encubriendo y en alguna forma ayudando a los violentos
vándalos que gozan destruyendo nuestra infraestructura y por ende atrasando y
encareciendo nuestro desarrollo, lo que deslegitima los verdaderos objetivos de
las protestas de los hombres y mujeres de bien.
Ejemplo de
confianza en el país nos dan los productores, los actores y todo el equipo de
la película “Me llevarás en ti”, que
se atrevió a este emprendimiento tan supremamente bien logrado.
Tratar la vida de don
Gonzalo Mejía, emprendedor nato, con una activa e importantísima participación
en las dos primeras de las cuatro revoluciones industriales, que nos llegaron
un poco más tarde, pero llegaron gracias a nuestros visionarios emprendedores
como don Gonzalo.
Hoy nos honramos
como ciudad al ser actores súper importantes de la cuarta revolución
industrial, como centro que nos permitirá avanzar sustancialmente en el sueño
de convertir a Medellín, o mejor, a Antioquia en el Silicon Valley colombiano. En
esa dirección ha venido trabajando en una u otra forma las administraciones
municipales y le meterá el acelerador a fondo la administración que se inicia
el 1 de enero de 2020.
La historia nos
muestra que llegamos tarde a las tres anteriores revoluciones industriales, a
la del Vapor, a la de la energía y a la de los computadores, por andar peleando
entre nosotros. Hoy no podemos desperdiciar el momento, estamos prácticamente a
la par del mundo avanzado, para lograrlo, y lo lograremos, será un propósito
común al que todos tendremos que aportar nuestro grano de arena. La gran
mayoría queremos construir un futuro de felicidad, mejorando calidad de vida,
con inclusión y equidad.
Don Gonzalo Mejía
nos dio ejemplo de tenacidad aportando al transporte aéreo y terrestre el
aeropuerto Olaya Herrera, las carreteras a la costa y Bogotá, el primer carro,
el primer avión, la navegación y el cine en Colombia.
Insisto en que el
complemento motivacional preciso a esta cuarta revolución industrial es la
película “Me llevarás en ti”.
Coincidencialmente
los asistentes al Foro de la Cuarta Revolución Industrial del periódico El
Colombiano, y a la película “Me llevarás en ti”, éramos bastante mayores,
intrigados por entender sobre el tema, inclusive nos preguntamos sobre hasta
qué punto esta cuarta revolución nos obliga a capacitarnos en manejo de redes y
en una cantidad de funciones que tienen nuestros celulares y computadores para
estar a tono y poder aportar en la construcción de la inteligencia artificial y
participar de los beneficios que nos traerá.
Qué bueno sería ver
más gente joven, políticos, servidores públicos y privados, en estos foros tan
importantes, aprendiendo y motivándose en tan importante tema, que se convierte
en la oportunidad, que no podemos dejar escapar.
Tienen que ser
conocidos, comunes y corrientes en nuestro vocabulario, los términos de:
inteligencia artificial, internet de las cosas, blokchain, drones, big data, Instagram, Skype, hashtag, robótica,
YouTube, etcétera, y además debemos aprender y saber manejarla. No podemos
permitir que la tecnología nos siga embistiendo, ahí está el conocimiento y
recordemos que el poder lo tiene el que cuenta con el conocimiento.
Antioquia cuenta
con el POTA (Plan de ordenamiento territorial agropecuario) un avance
importantísimo de inteligencia artificial, que debemos perfeccionar con el
esfuerzo y la concentración de todos los antioqueños, ya vemos la utilización
de drones en estas y otras actividades, permitiendo el ingreso de la ciencia y
la tecnología, tendiendo a su masificación.
En el foro de El
Colombiano, hicieron mucho hincapié los expertos en la necesidad de formar
buenas personas, que se comporten bien, como primer requisito en el proceso de
formación de todas las personas que participen en este proceso de la cuarta
revolución industrial, porque la inteligencia artificial, la inteligencia de
las cosas debe ser para mejorar la calidad de vida, la inclusión social, las
oportunidades, la equidad. Una mala utilización de los avances que nos traerá
esta cuarta revolución industrial, puede causar efectos contrarios a los
propuestos, es como comparar la utilidad de un cuchillo en manos de una buena
persona vs. la peligrosidad de un cuchillo en manos de un atracador o de un
asesino.
El congreso tendrá
que trabajar muy duro en la expedición de las leyes adecuadas en el desarrollo
de todo lo que traerá esta cuarta revolución industrial, donde hasta la
intermediación de los bancos, podrá desaparecer para permitir el acceso al
sector financiero de las personas que hoy no pueden hacerlo, por diferentes
circunstancias. Los bancos tendrán que reducir y hasta prescindir de sus
múltiples tarifas y cobros por sus servicios para ser competitivos, el espacio
aéreo tendrá que reglamentarse con mucha precisión para dar cabida a los
servicios de carga, pasajeros, tecnologías y hasta domicilios que se prestarán
con drones, robots.
Ya hay fábricas de
electrodomésticos en nuestro departamento trabajando en la inteligencia de los
electrodomésticos para ser manejadas desde nuestros celulares, por ejemplo,
para avisarnos cuando se está acabando la leche, el queso, etcétera. Inclusive
permite hacer el pedido de reposición correspondiente.
Este reto de la
cuarta revolución industrial no va a ser superior a nuestras capacidades, a
nuestro compromiso, a nuestra verraquera. Considerado como objetivo común de
los antioqueños, de los colombianos, nos colocará en el camino del desarrollo
acelerado.
Hay que tener
claridad en la visión, coherencia en la experiencia y mentalidad en la
prosperidad como palancas para la eficiencia en todos los proyectos a
desarrollar en esta cuarta revolución industrial, a la que le seguirán la
quinta, la sexta, etcétera, revoluciones industriales.