Por Andrés de Bedout*
Este planeta tiene concentrada su población en las
ciudades, entendidas como lugares de oportunidades y mejor calidad de vida. Medellín
no es ajena a esa situación, con la particularidad de tener un territorio encañonado
entre montañas, lo que nos coloca en restricción topográfica. En esta ciudad la
planeación urbana para la movilidad integrada, debe obedecer a estudios con mediciones
muy detalladas, que permitan la optimización del escaso territorio que tenemos.
Se debe tener en cuenta la cantidad de gente a movilizar, que hace entre 2 y 4 viajes
diarios, los diferentes medios de transporte que van desde caminar hasta la bicicleta,
los buses, el Metro y el Metro cable. A estos sistemas le compite fuertemente el
transporte en motocicletas, casi todas de 4 tiempos ¾quedan como el 20% de 2 tiempos¾, y los carros de
servicio público (taxis, Huber, informales, etcétera).
Todo esto genera tremendos trancones o tacos, además
de altos niveles de contaminación, que se ven aumentados por el tráfico de carga
en vehículos antiguos poco amigables con el medio ambiente y para los cuales los
programas de chatarrización, desafortunadamente, no han contado con la eficiencia
requerida en la sustitución de ese parque automotor.
Es un territorio donde algo así como el 20% del
espacio físico está destinado a vías que permitan los diferentes medios de locomoción.
Se debe priorizar el transporte público masivo: sus desplazamientos para que sean
ordenados deben contar con aceras suficientes para caminar, ciclo rutas para las
bicicletas, carriles para los buses, líneas para el Metro, para el Metro cable y
para el Tranvía, teniendo claro que escasamente podremos llegar a un 25% de ocupación
del espacio para vías.
Escuchando a los candidatos a la Alcaldía de Medellín,
veo como Santiago Gómez tiene muy claros los temas de la integralidad y la multimodalidad,
a la que le está apuntando la actual administración con avances muy significativos
y que requieren de ser continuados para poder satisfacer las necesidades de Medellín
y su área Metropolitana. Pienso que otro de los funcionarios que ratificará Santiago
Gómez, es al actual gerente del Metro y a su equipo directivo de libre nombramiento
y remoción.
La idea del candidato Santiago Gómez de traer 200
buses, 3.000 bicicletas y más taxis eléctricos, nos hace avanzar sustancialmente
en lo iniciado por el alcalde Federico Gutiérrez, frente a los temas de disminuir
emisiones, con equipos eléctricos, para seguir fomentando el transporte público,
como una cultura que se tiene que imponer, llegando con rutas a El Poblado y Laureles,
sectores que más utilizan el carro particular como vehículo unipersonal. Debemos
cambiar la mezcla de equipos para el transporte; hoy el 67% son carros y motos,
lo que hace el transporte ineficiente, inseguro, insostenible.
Tenemos que adquirir la cultura del transporte público
para lograr la sostenibilidad, la sustentabilidad de un transporte incluyente en
nuestra ciudad. Estamos muy cerca, no perdamos el rumbo, es más, ya cuento con mi
tarjeta cívica, con la que puedo montar en bus, Metro, Metro cable o bicicleta,
con una tarifa bien integral, en la multimodalidad que nos ofrece Medellín.
Yo insisto, vamos súper bien, no perdamos el rumbo,
la continuidad es necesaria para no perder tiempo en capacitación de nuevos funcionarios. Medellín en 1929 tuvo tranvía y hoy debe volver a pensar
en el tranvía. La planeación del futuro de mediano y largo plazo debe contar con
las redes eléctricas para tranvía, el transporte eléctrico menos costoso en la operación
es el tranvía.
Antioquia, tuvo ferrocarril y hoy debe volver a
pensar en ferrocarril de carga, pasajeros y residuos. Su planeación para un futuro
a mediano y largo plazo debe orientarse a un tren de trocha ancha y eléctrico, solucionando
las franjas que por la ocupación del Metro impiden hoy su continuidad y definiendo
los temas de estaciones de pasajeros, mercancías y basuras.
Recordemos que cambiar vehículos a gasolina por
vehículos eléctricos, no solucionara el problema de la gran congestión en la movilidad,
ayudará en la disminución de emisiones pero solo el transporte público, eléctrico
(buses, Metro, Metro cable, tranvía, ferrocarril, taxis, bicicletas) permitirán
una movilidad más fluida, no contaminante y si a eso le agregamos movernos caminando
y en bicicleta, ayudaremos a tener una buena salud, que evitará tener que recurrir
a los servicios de salud, que en ocasiones también están colapsados.
La multimodalidad debe incluir pasajes integrales,
pagables por la capacidad económica de los usuarios, inclusive diferenciales, donde
los estratos más altos ayuden a subsidiar la movilidad de los estratos más bajos,
que en muchas ocasiones tendrán que utilizar más medios de transporte, algo parecido
a lo que sucede en los servicios públicos domiciliarios de agua, energía y aseo,
con el tema de los subsidios que definen los concejos municipales, dándole aplicación
a leyes vigentes. Todos los esfuerzos son válidos, inclusive el de un subsidio público
al transporte público de los más desfavorecidos.
Los corredores del Metro a lo largo del río Medellín
coparon en muchos sectores las franjas del antiguo ferrocarril, situación que debemos
solucionar para viabilizar el tren de cercanías que inicialmente debe funcionar
de Caldas hasta Barbosa. La teoría de que este tren le competiría al Metro ya no
tiene validez, el Metro cada día se ve más lleno y va llegando la hora de que como
en China y Japón, se contrate personal para embutir el mayor número de personas
posible en los vagones para tener la mejor utilización de su capacidad. No sé cuántos
vagones más se puedan agregar a nuestro Metro.
Como las personas tenemos la necesidad y el derecho
a movilizarnos, utilizamos las diferentes modalidades existentes, lo que aparentemente
satisface la necesidad y soluciona el problema de movilidad.