jueves, 25 de julio de 2019

Y el corredor estratégico del Sur


Por coronel John Marulanda*

Coronel John Marulanda
Arranca de los Estados Amazonas y Bolívar, fronteras con Brasil y Guyana, suroriente venezolano, pasa por Guainía, Guaviare, Meta, recala en Caquetá, se fortalece especialmente en Putumayo y desemboca en Nariño y Cauca, costa pacífica colombo-ecuatoriana. Es un pasaje abierto, aunque disperso, directo aunque difícil, sin control de ninguno de los gobiernos. No tiene un punto articular entre Colombia y Venezuela, como el Catatumbo en el corredor estratégico del Norte.

Es una ancha avenida periamazónica caracterizada por la presencia de muchos ríos y en especial el Putumayo que conecta cuatros países: Colombia, Ecuador, Perú y Brasil. Es el Magdalena del narcotráfico. FARC y ELN, además de operar miles de narco laboratorios, explotan y contrabandean oro, coltán, diamantes y otros metales del Arco Minero venezolano, bajo la mirada complaciente de la dictadura madurista.

En esa franja, alias Gentil Duarte intenta federar los carteles de las FARC y aliarse con los del ELN, que vienen aumentando sus efectivos y su armamento. Enfrentando a alias Chichi, su enemigo declarado, Duarte planea controlar el narcotráfico de Cauca – Nariño – Putumayo, el mayor emporio de cultivos de coca del mundo y su proyección hacia la cuenca del Pacífico, en donde vive el 40% de la población total y se produce el 45% del PIB global. Agresiva visión comercial del crimen organizado transnacional, superior a la de los gobiernos.

Cali es la ciudad capital de este amplísimo y abandonado corredor estratégico del Sur, Putumayo su corazón y el Mira uno de sus puntos críticos. Buenaventura, Tumaco, y Esmeraldas en Ecuador, son los dientes la flamígera boca del dragón por donde sale más del 70% de la cocaína colombiana, en una geografía que recuerda al delta del Mekong, en la guerra del Vietnam.

En esa esquina suroccidental colombiana, delinquen unos 1.200 hombres armados, dedicados a las diferentes funciones de la cadena del narcotráfico y la minería ilegal, en sociedad, y con el apoyo y consejería de los carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación. Alias el Paisa, Iván Márquez, Santrich, Romaña, John 40, Iván Mordisco, Eldiver y otros cabecillas, se mueven por esta zona recelando a cada paso un agente de inteligencia, una emboscada o un bombardeo, únicos antídotos eficaces para desarticular su empeño refundacional. En esta franja binacional la fuerza dominante es fariana, concediéndole la razón, a medida que avanza el tiempo, al expresidente comunista Correa cuando dijo que Ecuador no limitaba con Colombia sino con las FARC.