domingo, 7 de julio de 2019

El referéndum


Por Andrés de Bedout Jaramillo*

Andrés de Bedout Jaramillo
Cuando los pueblos se cansan de la inoperancia de los poderes que los gobiernan (ejecutivo, legislativo y judicial), utilizan este mecanismo, como el más efectivo para hacer que el interés general se imponga sobre el interés particular.

Son muchísimos años, muchos presidentes y congresistas, y no se ha podido reformar la justicia, y ya tocamos fondo buscando la despolitización de las altas cortes o tribunales de cierre (Corte Suprema de Justicia, Consejo de Estado, Corte Constitucional, Consejo Nacional de la Judicatura y Justicia Especial para la Paz).

Como anillo al dedo llega la propuesta liderada por Herbin Hoyos y el abogado Sergio Alzate, quienes sustentan la no pertenencia a ningún partido político. Pretenden la reducción del Congreso de la República y la escogencia de los magistrados de las altas cortes por concurso de méritos, sin la injerencia de los partidos políticos.

Algún parecido con algunas de las propuestas en el referéndum del presidente Uribe, hacen maliciar una relación con el Centro Democrático que seguramente se capitalizará políticamente, para evitar que esta oportunidad, para el cansancio de los colombianos, pueda avanzar.

La maldinga polarización, evita los acuerdos sobre lo fundamental, en el caso concreto sobre la justicia, pilar de una democracia.

Escuchando el libreto de Herbin para convencer a los doce millones de firmantes, motivar al ejército de recolectores de firmas, y a las chequeras que  financiarán tan arduo trabajo, me impresionó la claridad que como secuestrado y periodista creador del hoy extinto programa radial “Las voces del secuestro”, único canal de comunicación de las familias con los secuestrados, lo lleva a uno a entender con claridad el tema de las víctimas, que inicialmente uno consideraba eran solo los familiares de los secuestrados, los desplazados, los extorsionados, etcétera.

Hay otras víctimas que están siendo fundamentales en este proceso de paz. La información que han entregado los exguerrilleros rasos presos, para detectar los más de mil bienes que valen cientos de miles de millones de pesos y que no se informaron en el acuerdo, gracias a ellos hoy está siendo posible aplicarles la extinción de dominio. A esos exguerrilleros rasos y sus familias, la libertad y toda la merecida ayuda en el proceso de reincorporación a la vida civil, sin delinquir, y la recuperación de la dignidad, es la mejor de las inversiones en la reconstrucción de la familia pilar de la sociedad.

El surgimiento de la Corporación Rosa Blanca, como una respuesta a la rosa roja, símbolo del partido de las FARC, para denunciar, con toda la fuerza, las violaciones, maltratos y abortos a las exguerrilleras, debe ser también motivo de apoyo en la recuperación de la dignidad, la reincorporación a la vida civil sin delinquir, en la reconstrucción de sus familias, que estando en la guerrilla fueron víctimas, al igual que los menores reclutados a la fuerza, arrebatados de sus hogares.

Vale la pena este intento por Colombia. Yo firmé este referéndum, consciente de que el camino va a ser tortuoso, pero de lograrse, avanzaremos en el cambio del comportamiento de quienes nos gobiernan en cada una de las ramas del poder público (ejecutivo, legislativo y judicial), obligándolos a  ponerse de acuerdo en lo fundamental, en donde prevalezca el interés general sobre el interés particular, en donde el sector público este al servicio de los ciudadanos y no al servicio de la política, en donde quepamos todos, donde la equidad permita un mejoramiento en la calidad de vida de los más necesitados.