Por José Alvear Sanín*
1. Verdad
histórica
María Elvira Roca Barea con un libro
fundamental, Imperiofobia y leyenda negra
(Madrid: Siruela, 2016), que ya lleva 25 ediciones, ha demolido de manera
convincente la versión “imperada” de la historia de España. Sobre hechos más
recientes, que están dando lugar a una nueva leyenda negra obligatoria, es
bueno oír a esa gran historiadora, porque en Colombia también nos están
imponiendo “memoria histórica”, comisión de la “verdad” y cátedra obligatoria
de la “paz”.
Entrevistador:
Durante estas últimas semanas parece que el PSOE quiere crear una nueva Ley de
Memoria Histórica donde se pretende crear una “Comisión de la Verdad” sobre lo
ocurrido durante el franquismo. A unos les parece que lo que el PSOE pretende
es ideologizar la historia, los hechos. Otros opinan que un país sin memoria
impide democratizar la idea de España.
María Elvira Roca Barea: Tiene algo de pavoroso ese tipo de
planteamientos: legislar sobre lo que la gente tiene que pensar o sobre lo que
la gente tiene que recordar. Una ley de la memoria es algo que es imposible
¿no? Cada uno tiene su propia memoria, la que hereda de su familia, de su
experiencia vecinal, de su comunidad, de su pueblo. Es algo complejo y pretender
legislar sobre eso pertenece a la literatura fantástica. Esto como síntoma es
gravísimo. De un tiempo a esta parte, las ideologías se han transformado en
mecanismos que pretenden gobernar absolutamente todos los interiores del ser
humano. Esto ha ido a más: te digo lo que tienes que decir, te creo un
lenguaje, te creo unas ideas, te condeno por tener las otras… Una sociedad
democrática debe marcar unas reglas de juego muy claras y marcar qué puede y
qué no puede hacerse. Al final lo que funcionan son cuatro leyes y el resto hay
que dejarlo al interior de cada uno. Lo que yo piense es absolutamente mío.
Pretender legislar sobre la memoria es muy grave.
Al final lo que se pretende es legislar sobre
los libros de texto, esa es la verdad. No es la legislación de la memoria, sino
la legislación de lo que hay que enseñar y en lo que hay que educar a las
generaciones futuras. Eso sí que es preocupante.
(El
Español 2018,
agosto 6)
2. Lavatorio
de manos
Mientras el clero venezolano, encabezado por el
valeroso cardenal Urosa, enfrenta la tiranía, la usurpación y la destrucción
del país, el papa Bergoglio, el día de Pascua, se lava nuevamente las manos,
como Pilatos se las lavó la víspera de la primera Pascua cristiana.
3. “Acuerdo
final” y Amazonia
A pesar del mamertismo de la Deutsche Welle en
relación con América Latina, el pasado 25 de abril, en una terrible información
sobre la destrucción, en 2018, de 12 millones de hectáreas de selvas tropicales
en países como Brasil, Zaire, Indonesia y el nuestro, informa:
En Colombia la pérdida de selva virgen aumentó
9% entre 2017 y 2018, debido a que el acuerdo de paz entre el gobierno y las Farc
posibilitó un mayor acceso a algunas zonas (…)
Entonces, ¡Pará qué sirven los 250.000 K2 de
la Amazona entregados a los indígenas como resguardos para conservar prístina
la selva! ¿Y qué opina y cómo reacciona ante ese ecocidio el alharaquiento
“Partido Verde”?
4. Una
novela excepcional
Si Maupassant es el mayor cuentista francés,
como novelista es menos reconocido, circunstancia que atribuyo a su triste y
prematura desaparición a los 43 años, en 1893, después de dejar apenas tres
novelas, cortas y magistrales: Bel Ami,
sobre el trepador inescrupuloso; Une Vie,
sobre la desgracia conyugal y maternal, y Pierre
et Jean, que acabo de descubrir, intenso análisis psicológico sobre la
revelación inesperada de un hecho oculto y su demoledor efecto en una familia
hasta entonces tranquila y hasta feliz. Libro admirable como pocos.