martes, 7 de octubre de 2025

Petro dedicado a armar conflictos

Luis Alfonso García Carmona
Luis Alfonso García Carmona

Cada día que pasa seguimos aguantando más de lo mismo: las torpezas voluntarias o involuntarias del camarada presidente. Por ello hemos reiterado hasta el cansancio, aunque sin encontrar apoyo en nuestra indiferente dirigencia política, en la necesidad de impulsar su separación del cargo mediante el juicio por indignidad con arreglo a lo establecido en el art. 109 de la Constitución.

Grave nos parece el rompimiento de relaciones con un tradicional aliado militar y comercial como ha sido Israel, argumentando el “secuestro” de dos compatriotas por Israel cuando viajaban en una flotilla con ayuda humanitaria para la población de Gaza. Como todo lo que emana de este campeón de la mentira, no había tal secuestro. Israel dispuso un bloqueo marítimo a la zona donde combate con la organización terrorista Hamás, el cual fue violado por varias embarcaciones repletas de activistas de izquierda; en consecuencia, procedió a detenerlas y a remitir a sus ocupantes a Europa para su repatriación, lo cual es muy diferente a lo que Petro califica como secuestro. No había tampoco ningún fin humanitario. No se encontró en las embarcaciones ni siquiera una lata de atún para entregar a los supuestos damnificados con el conflicto.

Como si fuera poco este desaguisado, sigue obstinado en agredir a nuestro principal socio comercial y aliado, los Estados Unidos. Pidió el encarcelamiento de su presidente, y participó en un mitin callejero donde instó a los soldados americanos a desobedecer las órdenes de su jefe, Donald Trump. Semejante imbecilidad configura nada menos que una asonada y una indebida intervención en la política interna de un país extranjero. ¿Tan rápidamente se le olvidó que por un hecho similar acusó a una conocida periodista y precandidata de cometer asonada?

En momentos en que los Estados Unidos toma la decisión de combatir los carteles de la droga en Venezuela, se le ocurre ordenar el despliegue inmediato de 25.000 efectivos del Ejército Nacional para apoyar al cabecilla del Cartel de los Soles, Nicolás Maduro, en caso de una confrontación con los Estados Unidos. Para no dejar dudas de su complicidad, firma un acuerdo secreto con Maduro para manejar conjuntamente la zona limítrofe del Catatumbo, epicentro de la siembra y el transporte de la coca. No nos extrañemos que haya sido descertificado por el gobierno americano.

Su alocado propósito de exacerbar el odio de clases y ahogar el país en el caos para propiciar el aplazamiento de las elecciones o la prolongación de su mandato lo ha llevado a iniciar, como ya lo hiciera antaño, una escalada de vandalismo contra la ANDI y el comercio, sectores ajenos al manejo de la política exterior, dizque por las masacres de Gaza. Es apenas un anuncio de lo que tendremos que padecer si permitimos la permanencia del sátrapa en el poder.

Ya el palo dejó de estar para cucharas. Lo que se viene es la acción contundente y sin pausa contra los enemigos de Colombia. Un llamado como el del candidato De la Espriella, sin miedo y sin ambigüedades con la extrema izquierda, es lo que se impone. No olvidemos que estamos en “modo supervivencia”.