En el Siglo 21 en América
Acontecimientos recientes en
Colombia invitan a pensar en el riesgo judicial que a conciencia asumen quienes
quieren ejercer el máximo cargo del poder ejecutivo en las diferentes
democracias del orbe.
Ya sea por corrupción, por arrogancia,
por excesos en el ejercicio de la autoridad, ya por intentos golpistas, entre
otras varias razones, muchos jefes de Estado y gobernantes en ejercicio, o una
vez han salido de sus cargos, son sometidos a escrutinio judicial la mayoría de
las veces por la soberbia como asumen sus funciones, ya porque consideran que
gobernarán para siempre, ya por persecución política, ya por malos manejos
administrativos.
Respaldados en Wikipedia,
pasamos a enumerar a los gobernantes que han tenido problemas judiciales en
América en el presente siglo, a sabiendas de que en todas partes del mundo
también se cuecen habas.
*Prosper Arnil de Haití en 2001.
*Hugo Chávez de Venezuela en
2002.
*Arnoldo Alemán de Nicaragua en
2003.
*Luis Ángel González de Paraguay
en 2006.
*Gregorio Álvarez de Uruguay en
2007.
*Manuel Zelaya de Honduras en
2009.
*Alberto Fujimori de Perú en
2009.
*Juan María Bordaberry de
Uruguay en 2010.
*Jorge Rafael Videla de
Argentina en 2010.
*Jean Claude Duvalier de Haití
en 2013.
*Carlos Menem de Argentina en
2013.
*Otto Pérez de Guatemala en
2015.
*Ollanta Umala de Perú en 2017.
*Luis Inácio Lula da Silva de
Brasil en 2017.
*Elías Saca de El Salvador en
2018.
*Pedro Pablo Kuczynski de Perú
en 2019.
*Alejandro Toledo de Perú en
2019.
*Rafael Correa de Ecuador en
2020.
*Jeanine Añez de Bolivia en
2021.
*Juan Orlando Hernández de
Honduras en 2022.
*Andrew Fahie de Islas Vírgenes
Británicas en 2022.
*Disi Bouterse de Surinam en
2022.
*Pedro Castillo de Perú en 2022.
*Cristina Fernández de Kirchner
de Argentina en 2022.
*Fernando Collor de Mello de
Brasil en 2023.
*Donald Trump de Estados Unidos
en 2023.
*Álvaro Uribe Vélez de Colombia
en 2025.
*Jair Bolsonaro de Brasil en
2025.
No somos jueces de oficio, ni
más faltaba. Sin embargo, resulta muy llamativo y además preocupante que sea
tan numerosa la lista de personajes que han caído de sus pedestales por líos
con la justicia en sus respectivos países, a lo largo y ancho del planeta, sin
importar el nivel de desarrollo, ni la cultura, ni la civilización que pretenden
representar.
¿Dónde queda el ejemplo?, ¿qué
pensarán los jóvenes al ser testigos de semejante desfachatez?, ¿cuál será la
motivación de las nuevas generaciones por aspirar a dichos cargos y dignidades?
Tremendo asunto para ser
reflexionado a profundidad en todos los escenarios y foros del saber y del
conocimiento de todos los países.
Finalmente, retomemos un dicho
muy nuestro: “Antes yo era inseguro y ahora no sé”.