Luis Alfonso García Carmona
El frenesí de las
últimas semanas nos deja aún más perplejos ante la suerte del país. La
camarilla gobernante hace y deshace a su antojo con el futuro de los
colombianos, mientras los llamados “dirigentes” miran hacia otro lado. Da grima
leer o escuchar las proclamas de los aspirantes a la Presidencia o las
declaraciones de los “jefes tradicionales” de los partidos, carentes de
propuestas de fondo, de planes serios para sacar al país del abismo moral y
material en que se encuentra, de propósitos eficaces para unir a los
compatriotas en la tarea de reconstruir integralmente a esta querida Patria,
asolada por la criminalidad, la inoculación de la ponzoña marxista y la sucia
politiquería. Por ello se impone que respondamos sin tapujos ni cobardes
excusas a los siguientes cuestionamientos:
1.- ¿Dónde están
las pomposas instituciones democráticas que nos protegerían del totalitarismo y
la tiranía de la extrema izquierda?
2.- ¿Qué se hizo la
separación de poderes, el respeto al orden constitucional y a la separación de
poderes por parte de la camarilla delincuencial que ahora controla el Gobierno
y pretende asumir todos los poderes?
3.- ¿Qué pasó con
esa estirpe de empresarios trabajadores, creativos, solidarios, que crearon y
desarrollaron el sector empresarial y han sido soporte de la democracia, ahora sordos
y mudos frente a las iniquidades del opresor régimen dedicado a destruir la
economía y dilapidar los recursos de la seguridad social?
4.- ¿Cuándo
desapareció el espíritu de libertad de nuestro pueblo que nos independizó de la
dominación extranjera y ahora se humilla ante la dictadura marxista-leninista
que adopta medidas como si Colombia fuera una finca de propiedad del sátrapa
que nos gobierna?
5.- ¿Cómo
soportamos que cada día se entreguen las posiciones más altas del Estado a
oscuros personajes sin ninguna preparación para el ejercicio de sus
responsabilidades pero que ostentan como méritos su afinidad o amistad con los
detentadores del poder o su obtuso fanatismo comprometido con la perniciosa
ideología atea y materialista de Marx, Lenin, Stalin y compañía?
6.- ¿Hasta cuándo
vamos a cohonestar con nuestro culpable silencio la politización de los tribunales
y órganos de control (Fiscalía General, Procuraduría General) que aplican un
doble rasero para los amigos del Gobierno y sus legítimos opositores?
7.- ¿Cuántas
violaciones más de la Constitución por parte del tirano y cuántas humillaciones
más a las fuerzas del orden y a sus integrantes necesitan los efectivos de la fuerza
pública para unirse como un solo hombre y poner en práctica su finalidad
primordial de defender el orden constitucional y garantizar la protección del
pueblo colombiano?
8.- ¿Por qué hemos
abandonado a nuestros niños y jóvenes para que sean educados en ideologías
foráneas que sólo enseñan el odio de clases, la destrucción de la familia y la
subversión de los valores fundacionales de nuestra nación?
9.- ¿Cómo es
posible que aceptemos que se pacte la impunidad de los crímenes, el blindaje
del sucio negocio de la coca, los premios y beneficios al terrorismo, la
inclusión de bandoleros en el Congreso y el Gobierno, como si todo esto fuera
lo más natural del mundo?
10.- ¿Cuándo vamos
a separar del Gobierno a los indignos que sólo buscan perpetuarse en el poder,
acabar con la convivencia social, destruir la economía del país y dejar al
pueblo colombiano en la miseria?