lunes, 16 de diciembre de 2024

Y ¡ahora exportamos inmoralidad!

Luis Alfonso García Carmona
Luis Alfonso García Carmona

El proceso de descomposición moral que viene adelantando el régimen comunista de Petro y sus camaradas desde hace 28 meses ha alcanzado una de sus más aberrantes cotas de depravación con la designación del petrista Daniel Mendoza como Embajador de Colombia en Tailandia.

Todo hay que decirlo. No toda la culpa de semejante despropósito es atribuible a quien lo nombró para representar al pueblo colombiano ante el país asiático. Como lo exponen claramente los periodistas del blog Los irreverentes, pocas personas pueden representar los vicios, la corrupción moral, la depravación, la suciedad, el desorden y la falta de modales de Gustavo Petro. Una de ellas es Daniel Mendoza.”  No se podía esperar nada distinto, pues nadie da lo que no tiene.  Lloren ahora quienes con su voto eligieron a un guerrillero sin ningún límite moral ni ético como Presidente de los colombianos.

Es una muestra más de lo que venimos sosteniendo: La raíz de todos nuestros  males está en el abandono de los principios éticos, de la ley natural, del respeto a Dios y a su autoridad como creador de todas las cosas, de la búsqueda del bien común integral desde el ejercicio del poder, de la dignidad espiritual y material de la persona humana por encima de los intereses materiales del Estado.

Con exceso de ingenuidad algunos compatriotas esperan que con unas instituciones administradas por gentes de la calaña de este nuevo embajador y de quien lo nombró “ a su imagen y semejanza”, vamos a superar la crisis en la que nos debatimos. O que la clase dirigente, en un acto patriótico y de desinterés , que no conocen ni por el forro, van a renunciar a sus mezquinos intereses para unirse contra el sátrapa. Eso equivale a pensar con el corazón. Alabo su buena voluntad pero, a mi pesar, no abrigo esperanzas en esas utópicas fantasías.

Recordemos las escapadas del tirano a Panamá, donde fue fotografiado paseando con un sujeto “trans” mientras debería estar cumpliendo compromisos oficiales a los cuales  llega tarde o no asiste aduciendo que estaba cumpliendo con su “agenda privada”. O el nombramiento del ideólogo radical de izquierda Daniel Rojas como Ministro de Educación, calificado como premio a un atarván, ya que frecuentemente utiliza por las redes toda clase de groserías para insultar a sus opositores. Un bonito ejemplo de civismo y comportamiento para los jóvenes por parte de quien tiene la responsabilidad de su orientación.

Seguiremos viviendo esta putrefacción mientras no adoptemos una vertical posición contra aquellos que pretenden seguir demandando el voto de los colombianos para seguir en lo mismo: el gobierno de los mediocres, de los que carecen de valores, de los que sólo buscan la destrucción del país. No podemos seguir cometiendo el tremendo error de adherir a candidatos de los cuales no conocemos sus programas, su trayectoria y sus principios éticos.

Con mucha razón escribía hace poco el escritor Jairo A. Trujillo Amaya en Portafolio : “En fin, se requiere un líder que entienda que no es cosa de carisma o imagen el tema de llegar a la primera posición del Estado. Es un liderazgo basado en el servicio y los principios cristianos de solidaridad y amor por al prójimo garantizado por un ambiente de paz, educación, salud y justicia eficaz.”

No puedo menos que resaltar, en contra de este proceso de envilecimiento, las valerosas convicciones que expresó el candidato independiente Santiago Botero : “Yo me iba a vivir a Estados Unidos , me dieron la visa de talento con lo que tenía la posibilidad de ser residente, pero la verdad es que sentí el llamado de Dios. Yo soy católico y siempre lo he tenido como mi socio. Sentí el mensaje de que tenía que trabajar en nuestro país. Por eso dejé todo. Seguramente usted ha oído el Evangelio del joven rico que se acerca a Jesús y le dice que cumple todos los mandamientos y él le pide que venda todo y se lo dé a los pobres y eso es lo que estoy haciendo y soy obediente y estoy trabajando para el bienestar de las demás personas” (Revista Alternativa, noviembre de 2024).