martes, 17 de diciembre de 2024

Un GINI viciado

Pedro Juan González Carvajal
Pedro Juan González Carvajal

Me hace caer en cuenta mi muy querida excompañera de estudios universitarios Merce Arcila, que en Colombia hay que mirar con ojo agudo el GINI.

El Coeficiente de Gini, también conocido como índice de Gini, es una medida económica utilizada para medir la desigualdad de ingresos dentro de una sociedad. Este indicador fue desarrollado por el estadístico italiano Corrado Gini en el siglo XX. 

El coeficiente de Gini es un número entre 0 y 1, donde 0 se corresponde con la perfecta igualdad (todos tienen los mismos ingresos) y 1 se corresponde con la perfecta desigualdad (una persona tiene todos los ingresos y los demás ninguno).

El coeficiente de Gini se mide en una escala de cero a uno, donde cero constituye a la igualdad perfecta en la que todos tienen los mismos ingresos y uno equivale a la desigualdad máxima, en la que una sola persona acumula todos los ingresos. Un valor de 0,5 indica que la distribución de rentas es igualitaria.

Para calcular el coeficiente de Gini se utiliza el diagrama de Lorenz, que representa de forma gráfica la distribución de ingresos de una población. En este diagrama, el eje horizontal muestra el porcentaje acumulado de la población, desde el más pobre hasta el más rico, mientras que el eje vertical equivale al porcentaje acumulado del ingreso total de la población.

El coeficiente de Gini se calcula como el área entre la línea de igualdad (que representa la distribución de ingresos perfectamente equitativa) y la curva de Lorenz (que muestra el reparto real de rentas). Cuanto mayor sea el área entre estas dos líneas, mayor será el coeficiente Gini y, por lo tanto, mayor será la desigualdad.

El índice de Gini y el coeficiente de Gini representan el mismo concepto, la única diferencia está en que el primero se expresa en tanto por cien. Así, el índice de Gini es igual al coeficiente de Gini multiplicado por cien y expresado en porcentaje. Por eso, puede ser que los valores se muevan ente cero y uno o entre cero y cien.

Durante el año 2023, Colombia logró una reducción significativa en la pobreza monetaria, disminuyendo 3.6 puntos porcentuales, al pasar del 36.6% en 2022 al 33% en 2023.

Digamos en gracia de discusión que el GINI estará bien calculado si se tienen en cuenta las condiciones de la totalidad de los habitantes de un territorio o de un país sobre los cuales el gobierno pueda ejercer su condición de autoridad constitucional sin ningún tipo de restricción o de veto.

En Colombia se presenta un caso bien complejo pues, por un lado, existen prerrogativas constitucionalmente respaldadas para respetar las costumbres, tradiciones y cultura de nuestros ancestros indígenas, lo cual suena absolutamente obvio.

Por otro lado, el Estado a través de los gobiernos de turno debe garantizar que toda la población pueda acceder a sus derechos constitucionales, entre ellos la vida, el desplazamiento, el acceso a los servicios públicos, la salud, la educación, la vivienda, la propiedad, entre otros varios, lo cual es absolutamente necesario y de responsabilidad de las autoridades legalmente constituidas.

Sin embargo, se presentan varios parangones, cuando la cultura ancestral indígena choca con la cultura occidental en temas como la salud y la educación, ya que deben ser respetadas sus tradiciones, pero el Estado debe velar y es responsable por la salud de los niños, lo cual entra permanentemente en conflicto.

¿Si se enferma un niño y la comunidad indígena no permite que los médicos se encarguen del asunto, entonces quien es el responsable si el niño muere?

La población indígena como otras etnias minoritarias viven en la pobreza, pero es aún más difícil establecer estrategias y mecanismos para mejorar sus condiciones debido a lo anteriormente enunciado.

Si en Colombia somos unos 50 millones de habitantes y tenemos un saldo entre el 5% y el 10% de la población que es indígena, que vive en la pobreza y que debido a su autonomía es difícil ofrecerles o establecerles programas de mejoramiento en varios campos como al resto de la población, pues   entonces no van a salir nunca de la pobreza y ese hecho hará que nuestro cálculo del GINI se vea afectado pues no cubre sino al 90% o 95% de la población.

Tiene razón mi querida Merce cuando llama la atención con respecto a este desbalance estructural de la ecuación.

Otra mirada, para el mismo cálculo del GINI es la extremada concentración de riqueza en cabeza de muy pocas personas, lo cual desvirtúa el promedio general. ¿Qué pasaría si las sacáramos del cálculo? Considero que aumentaría el nivel de pobreza y en términos de ingreso quedaríamos promediados por lo bajo.

Lo que es claro es que la toma de decisiones en un país como Colombia está soportada en una información muy inexacta, lo cual lleva a equivocaciones voluntarias e involuntarias y pone en evidencia la inexistencia de un mecanismo apropiado para la redistribución de riqueza y el ejercicio de la compensación.

Como dice una tradicional valla en la vía las Palmas, “No sé, pero estoy seguro”.