miércoles, 18 de diciembre de 2024

Con lo de la EPS SURA, el Gobierno logró acabar los servicios de salud

Andrés de Bedout Jaramillo
Andrés de Bedout Jaramillo

La solicitud del desmonte ordenado de la EPS SURA, a la Superintendencia de Salud, con todo el profesionalismo y claridad, demostró la imposibilidad de mantener la operación con una UPC insuficiente para atender la salud de los colombianos y más cuando ya se han generado unas pérdidas de más de $400.000 millones de pesos. Queda en el Gobierno nacional la muy grave equivocación en que han incurrido al no realizar siquiera los estudios que permitan los ajustes en la UPC en pro de la sostenibilidad del sistema, escudados en una supuesta corrupción generalizada, que han querido disque mitigar a punta de intervenciones gubernamentales que solo han ayudado a deteriorar en forma más acelerada todos los indicadores de servicio, financieros y jurídicos, y que están llevando al siguiente paso, la liquidación de las EPS intervenidas.

Las intervenciones han demostrado al Gobierno que, con la UPC actual, no es sostenible el sistema, es más, así lo están diciendo a todo pulmón, los agentes interventores designados por el Gobierno nacional, presumo, con algún asomo de así sea un escaso conocimiento en materia de salud y administración.

Lo más triste de todo es que ya llegamos al punto de no retorno, la crisis inducida, logró su objetivo inicial, desmotivar totalmente al sector privado en las inversiones en salud, quebrar EPS e IPS privadas y públicas, forzando a que todo el sistema de salud pase a manos del Estado, con las consecuencias de mala calidad en el servicio. Hemos pasado de una salud que estaba funcionando bastante bien, con un régimen subsidiado que tenía por igual a todos los colombianos, por el deterioro del sistema en general este beneficio solo continuará para los pocos colombianos que además de los aportes obligatorios a salud, puedan pagar planes complementarios y pólizas de salud prepagada.

Personalmente pienso que las entidades de control deberían actuar frente a este perverso, irresponsable y dañino despropósito gubernamental que desafortunadamente logró su cometido y acarreará seguramente multimillonarias demandas contra el Estado colombiano, que nos tocará pagar a todos.

Reconstruir el sistema de salud destruido tardará mínimo, según los expertos, más de 15 años, partiendo de la generación de unas condiciones de seguridad y estabilidad que permitan animar y motivar nuevamente al sector privado en las inversiones en salud, que permitan la rentabilidad que garantice la sostenibilidad del sistema con la calidad y los indicadores que tuvimos hasta hace dos años atrás. Cuando llegó Petro, con su ministra Corcho y luego con su ministro Jaramillo, se empezó a demoler aceleradamente el sistema contributivo que subsidiaba la atención en salud de más del 90% de los colombianos, incluidos, por supuesto, a los más pobres a través del Sisben. Con la insistencia de SURA, que ha sido ejemplo de eficiencia, optimización y calidad en el servicio en el ámbito nacional e internacional, en retirarse, advirtiendo que está en causal de intervención gubernamental y en altísimo riesgo de muy próximo incumplimiento en los pagos de sus obligaciones con proveedores, el sistema de salud construido durante 30 años se termina en Colombia.

No fue necesaria la reforma a la salud para aniquilar el sistema, solo sirvió para mantenernos distraídos, mientras el chu chu chu, hacía carrera, no pagando a las EPS lo adeudado y no ajustando la UPC.

Lo único cierto es que, de salir la reforma como está planteada, se reafirmará la estatización de la salud, como ya está sucediendo, y no se dará ninguna señal que permita animar otra vez la participación de la inversión privada en el sistema de salud colombiano.

Protégenos Señor de las malas intenciones de nuestro nefasto y dañino presidente, que ya acabó con el sistema de salud de los colombianos, tiene en muy malas condiciones a Ecopetrol, empresa soporte económico del país, y ahora quiere seguir con los servicios públicos domiciliarios, a los que ya les ha asestado golpes letales.