María Cristina Isaza
Palabras dirigidas a los colectivos feministas sobre la Secretaría
de la Mujer
¿Sabían que, durante siglos, las mujeres hemos sido las
encargadas de sanar y cuidar de la salud en nuestras comunidades? ¿Que estas
mujeres fueron las primeras médicas de Occidente? ¿Que, según el DANE, del total
del tiempo que dedica la población colombiana a proveer cuidados directos no
remunerados para otros integrantes de sus hogares, 76.2% lo proporcionan las
mujeres y 23.8% los hombres? ¿Que unas 800.000 mujeres en nuestro departamento
se dedican al cuidado?
Mi nombre es Cristina Isaza y hoy, como vocera de Mujeres
por Colombia, quiero compartirles por qué me alegra que esta administración
reconozca las labores del cuidado, busque retribuirlo y que la Secretaría de la
Mujer amplíe funciones y se transforme en la Secretaría de la Mujer y el
Cuidado.
Durante siglos, las mujeres nos desempeñamos como
comadronas, enfermeras, farmaceutas, alquimistas y consejeras.
Transmitíamos nuestros conocimientos de generación en
generación, visitábamos enfermos y creamos la medicina popular y comunitaria.
Las antecesoras fueron llamadas brujas y fueron perseguidas, pero seguimos
siendo las guardianas de la salud.
En la alquimia, la energía femenina está conectada con el
cuidado: somos sacerdotisas y curanderas.
Hoy la violencia económica es una realidad en muchos
hogares y muchas veces esta violencia económica desemboca en otras violencias.
Remunerar las labores de cuidado permitirá a más mujeres
ser libres y no depender completamente de otros.
Aplaudimos que esta secretaría esté planteando reconocer
nuestro trabajo.
La retribución nos aliviaba la carga y brinda oportunidades
para capacitarnos en otras áreas y profesiones, si así lo queremos.
Pensar en las mujeres no se traduce solo en discursos
bonitos, secretarías y cargos, sino en acciones concretas que se derramen y
beneficien a las mujeres más necesitadas de nuestra sociedad.
En el siglo XXI, las mujeres cuidadoras y sanadoras ya no
son perseguidas como brujas. Nos reconocen y remuneran por nuestra labor. Es un
derecho ganado por las luchas de las mujeres.
En una sociedad que no ha exaltado el cuidado, no lo ha
valorado y se da por hecho que lo hagamos, qué bueno que llegue una
administración que lo replantee y exalte.
Yo actualmente no soy cuidadora, pero soy empática con mis
congéneres que sí lo son, por eso solo puedo celebrar esta decisión que nos
hará más libres. Nos dignifica el que hoy se les reconozca su gran aporte, nos
empodera. Esta es una conquista social más, un avance.
Esta transformación en la secretaría nos ayudará a cerrar
brechas.
Pensemos en cómo usar los recursos ahorrados en burocracia,
para que programas sociales lleguen a quienes cumplen este importante rol en
nuestro departamento y el camino a la equidad.
Así que desde Mujeres por Colombia damos la bienvenida
a la Secretaría de la Mujer y el Cuidado, completamente compatible con nuestra
historia y esencia.