Se dice que Colombia es rico por
su diversidad y por su multiculturalidad, lo cual nos ha generado enormes
potencialidades y gravísimos problemas cuando queremos pretender mirarnos como
sociedad y mucho más como nación.
Casi doscientos años sin saber
instrumentar el concepto de independencia, un poco más de 60 guerras internas y
externas como República, más de una docena de Constituciones Políticas, más de
medio siglo de violencia interna declarada y varios decenios padeciendo el
flagelo del narcotráfico han dado pie para que seamos o podamos ser vistos como
un observatorio social donde todos los problemas, todas las complejidades y
todas las inconsecuencias hacen parte de nuestro día a día, sin que hoy se vea
con seriedad y sin que alguien esté estudiando, entendiendo y proponiendo
nuevas formas de enfrentar la realidad, realidad que entre otras cosas nos está
consumiendo como sociedad.
Un muy dilecto amigo me llama la
atención sobre el papel actual de los sociólogos, lo cual da origen a la
siguiente reflexión:
La sociología es la ciencia que trata de la estructura y el funcionamiento
de las sociedades humanas.
El objetivo fundamental de la sociología es comprender, explicar y diagnosticar el entorno de la vida
social en todas sus manifestaciones, utilizando una combinación de datos. Dicho conocimiento permite elaborar
diagnósticos para la toma de decisiones.
Esta ciencia convoca a un extraordinario grupo de
profesionales a que se deleiten esculcando lo que acontece en nuestro país, un
país donde pasa de todo permanentemente y donde muchas veces por acción o por
omisión son profesionales de otras disciplinas quienes se encargan de llenar
los vacíos con buena intención, pero sin la suficiente preparación y sin el
criterio propio de la sociología.
Hoy vemos como algunos periodistas son quienes, con una mayor
visibilidad comunican, hablan, opinan y hasta proponen soluciones sobre temas
que pertenecen a otras áreas de conocimiento.
¿Cuál universidad, cuál centro de estudios, cuál profesional
se destaca hoy por estudiar y hacer planteamientos serios con respecto, por
ejemplo, a este sinnúmero de temas y/o problemas que hoy nos aquejan como
sociedad?
- El
conflicto de tierras.
- Lo
urbano versus lo rural.
- El
desplazamiento masivo urbano y rural.
- La
inmigración.
- Las
drogas y el consumo interno.
- Los
procesos de reinserción.
- El
problema carcelario.
- La
iniquidad educativa.
- El
incumplimiento al mandato constitucional de la descentralización y de la participación.
- La
crisis institucional y su pérdida de credibilidad y reconocimiento por parte de
los ciudadanos.
- La
crisis de justicia.
- La
crisis educativa.
- La
universidad y su divorcio de la sociedad.
- La
inexistencia de una verdadera oposición.
- La
crisis de los partidos políticos.
- El
impacto de la tecnología en nuestro esquema productivo y sus implicaciones en
lo laboral.
- El
futuro de la juventud.
- La
crisis de la familia tradicional.
- La
crisis de la democracia.
Toda área de conocimiento en la modernidad requiere de
especialistas y requiere de trabajos multidisciplinarios.
Es necesario que la intelectualidad, los pensadores, los
críticos y los analistas propongan y exhiban sus visiones y sus
recomendaciones, ojalá con altura y dentro de un completo espíritu de
tolerancia.
El arte de conversar está en crisis. Ante la ignorancia y la
desinformación se fortalece el fanatismo y el caudillismo, sin que recordemos
las nefastas consecuencias que ha tenido para la humanidad y para nuestro país,
en diferentes momentos de la historia, es una situación que finalmente deviene
en caos.
Es la hora no solamente de actuar como humanos de bien y
ciudadanos civilizados, si no, además, de ser profesionalmente responsables.
Recordemos que el hombre analítico ve diferencias, mientras
el hombre de talento ve relaciones.