jueves, 11 de enero de 2024

¡Qué asco de ser es este bandido!

Por Felipe Uribe Ayalde

Absolutamente todos los problemas relacionados con la paz de Colombia se deben a Juan Manuel Santos, por inepto, por mentiroso, por traidor, por ególatra y por narciso.

En forma marrullera, sin que mediara ningún interés patriota y sin que fuera tema de campaña, envalentonó a un grupo terrorista, que estaba arrinconado y con la moral en el piso, prometiéndoles una cantidad de gabelas que solo podían existir en su corrupta mente enfermiza.

Su soberbia fue tan grande que desestimó lo que era negociar con bandidos comunistas especializados en el arte del engaño y cuando estos empezaron a pedir más de lo acordado, el traidor tuvo que recurrir a su mermelada para poder justificar lo injustificable.

La mermelada para la paz desbordó cualquier presupuesto, recurrió entonces a un lenguaje cada vez más rebuscado, más estrambótico, cargado de eufemismos, para ganar adeptos (mamertos) para su espuria paz.

El cinismo es su forma de vida, al igual que las mentiras y el engaño.

Compró conciencias de generales, que, a cambio de un cheque de "confidencialidad", ¡vendieron su honor!

Y con todo tipo de artimañas “lagarteó” hasta conseguir, obviamente en contra de los intereses de Colombia, un Nobel de Paz.

¡Qué asco de ser es este bandido!