martes, 12 de septiembre de 2023

De cara al porvenir: el ocio

Pedro Juan González Carvajal
Por Pedro Juan González Carvajal

El ocio es cualquier actividad fuera de nuestras obligaciones y por tanto distinta al trabajo o a las tareas domésticas. Es un tiempo recreativo que se usa a discreción. Es diferente al tiempo dedicado a actividades esenciales como comer o dormir.

En la Grecia antigua el ocio (scholé) representaba ante todo un estado de liberación de la necesidad de trabajar (ascholía), que se convierte en primordial para la búsqueda de la sabiduría y la práctica del mejor modo de vida.

Los romanos apreciaban mucho el ocio, y lo usaban para realizar actividades divertidas y placenteras, además para socializar entre ellos. Las clases sociales se dividían en esclavos, libertos, extranjeros, ciudadanos de la plebe y la clase alta de terratenientes.

Como ejemplo del ocio romano, tenemos la siguiente descripción:

“De las grandes masas a los juegos privados

El Coliseo de Roma fue el anfiteatro más grande del Imperio.

El Imperio romano no solo se caracterizó por su ambición histórica, la brillantez de sus creaciones artísticas y tecnológicas y su evidente legado en nuestro pensamiento. También brilló por sus variadas formas de ocio, muchas de ellas todavía vigentes hoy. El ocio romano (otium) partió del ideal griego de fomento de valores como la libertad, la gratuidad y la satisfacción, aunque introdujo aspectos éticos como primar la participación masiva para garantizar el bien común. A continuación, describiremos las principales actividades de recreo, espectáculos, juegos y concursos que se realizaron en la Roma clásica, sobre todo en la época imperial, ya que en dicha etapa se produjo el máximo esplendor del ocio romano.

Los grandes espectáculos públicos

No cabe duda de que los grandes espectáculos de masas fueron la manifestación de ocio más popular durante la época imperial y la que mayor presencia ha tenido en el imaginario literario y cinematográfico posterior. Los grandes juegos públicos (ludi publici) suponen el emblema de la clásica visión romana del ocio como una actividad que debe satisfacer las ansias de evasión y recreo del pueblo, y garantizar a la vez el correcto orden social. Estos juegos fueron desarrollándose durante los años de la República, pero fueron los emperadores (encabezados por Augusto) los que los convirtieron en una obligación del Estado, es decir, en una medida política de carácter populista y de exaltación imperial.

El Anfiteatro: una arena pública

Estos grandes espectáculos de masas tenían lugar en dos enclaves característicos: el anfiteatro y el circo, que se convirtieron en centros de recreo y en foros donde ejercer de manera indirecta y controlada el derecho a la participación ciudadana. De origen estrictamente romano, el anfiteatro era un espacio destinado sobre todo a las luchas de gladiadores, las cacerías de fieras y las naumaquias. Tenía una forma elíptica y estaba formado por gradas (las cáveas) separadas por un muro (o podio) que flanqueaba un área central, la arena. El anfiteatro de piedra más antiguo de todos los conservados es el de Pompeya y el más importante fue el Coliseo de Roma.

Pasión por la sangre

Las luchas a muerte de los gladiadores despertaban el entusiasmo del público, que podía decidir la suerte del perdedor (con los pulgares hacia arriba o abajo, o con pañuelos o exclamaciones). Los espectadores se sentían protagonistas de un espectáculo sangriento montado para su único disfrute. Los gladiadores solían ser esclavos, condenados a muerte u hombres libres arruinados. Los más laureados conseguían la gloria y una vida acomodada. Se distinguían por las armas que llevaban y luchaban solos, en parejas o en grupos, o contra fieras. Debían honrar al poder imperial, al que dedicaban la célebre frase Ave, Caesar, morituri te salutant (“Ave, César, los que van morir te saludan”).

Naumaquias y bestiarios

Otro de los espectáculos más curiosos de los realizados en los anfiteatros eran las naumaquias, combates navales realizados en la arena después de ser trasformada en un estanque. Se trataba de batallas violentas, con numerosas muertes y con una gran participación de naves y esclavos. Por último, quizás el juego más violento de todos eran los bestiarios, cacerías de fieras en las que muchas veces el papel del esclavo lanzado a la arena era simplemente ser devorado por ellas.

El circo: el lugar de las grandes carreras

Por su parte, el circo fue la instalación más grande de todas las proyectadas en Roma para entretener al pueblo. Su origen se remonta a los hipódromos y estadios griegos, y estaba formado por un recinto alargado en forma de rectángulo. Los lados más alargados se unían en uno de sus extremos por un semicírculo y en el opuesto por una curva poco pronunciada. La pista estaba formada por la arena, dividida en dos por un muro denominado espina, donde se colocaban los jueces. En el circo tenían lugar sobre todo carreras de carros y de caballos. Pocos circos se han conservado en la actualidad, aunque destacan los de Mérida y Tarragona.

El riesgo de la velocidad

Las carreras de carros de caballos conducidos por aurigas eran el espectáculo clave de los circos. Las vertiginosas velocidades, la interacción entre el hombre y el caballo, y los violentos accidentes enloquecían al público, ávido de emociones fuertes. Las carreras comenzaban con la señal de salida con un pañuelo blanco realizada por el magistrado organizador. Después, los aurigas (esclavos en su mayoría) realizaban una serie de vueltas a la arena en las que los carros podían adelantarse entre sí para intentar provocar que sus oponentes se estrellaran. Muchos de ellos morían o sufrían lesiones de extrema gravedad.

El contacto con la naturaleza

Al margen del ocio de masas y los espectáculos violentos, en la época imperial también se impuso entre las élites de poder y los intelectuales otro tipo de recreo más íntimo basado en el disfrute de los elementos de la naturaleza. En ella se buscaba el recogimiento, la relajación, un clima agradable y una buena mesa. Este tipo de ocio (heredado del mundo heleno) se manifestó en tres ámbitos: el disfrute del agua en las termas, el dominio de la naturaleza agreste en los jardines y la afición por los viajes.

Debatiendo entre aguas termales

En el ámbito urbano, una manera de acercarse a la naturaleza eran las termas, edificios públicos donde los romanos podían darse baños y relacionarse socialmente. Los espacios fundamentales de las termas eran el frigidarium (piscina de agua fría), el tepidarium (baño tibio) y el caldarium (baño caliente y vaporoso). La práctica habitual era comenzar con el baño caliente para exudar e ir descendiendo de temperatura para cerrar los poros de la piel. Además, las termas contaban con vestuarios, salas de fricciones, bibliotecas, pistas de atletismo y tabernas.

Jardines y viajes

No obstante, el contacto más directo con la naturaleza se llevaba a cabo en los jardines y en los viajes. Los jardines respondían a una voluntad de disfrutar del sosiego, la frescura y la sombra de la naturaleza en un ambiente dominado por el hombre. Estos jardines se ubicaban en las villas de los hombres ricos (ornamentados por piezas artísticas y regados por cauces y fuentes) pero también en los parques públicos de las ciudades (dotados de gimnasios y estanques). En cuanto a los viajes, la enorme red de calzadas fomentó el viaje de placer para descansar en zonas recogidas o admirar las obras de arte de las grandes capitales. Para ello se elaboraban guías de carreteras (el itinerarium) y se usaban vehículos cómodos y ligeros, como literas (lectica), sillas (sella) y carros (cisium).

Ocio y cultura: recreando la mente

El ocio cultivado también tuvo una notoria repercusión en la Roma clásica, aunque fue menor que en la Grecia antigua. A pesar de que los masivos ludi de la época imperial desplazaron la atención del público de los teatros a los circos y anfiteatros, los espectáculos culturales (el teatro, la música, la danza, etc.) continuaron siendo una afición importante, sobre todo para los intelectuales y artistas.

Un monumental espacio teatral

El teatro romano se basó en el modelo helénico de edificio de planta semicircular dividida en escena, orquesta y gradas para el público. No obstante, introdujo modificaciones: se levantaba sobre un enorme sistema de galerías y las gradas y el cuerpo de la escena formaron una sola unidad. Además, la fachada que funcionaba como telón de fondo adquirió un carácter monumental, con varios pisos y ornamentado con arcos, frisos y estatuas (como los de Mérida, Aspendos u Orange).

Un teatro popular y cómico

Conocidos como los ludi scaenici, las obras que se representaban en los teatros durante la República y la época imperial procedían de la unión entre las danzas escénicas etruscas, el teatro popular romano (las atelanas y saturae) y la influencia del teatro griego. De dicha mezcla surgió el género romano por excelencia, la comedia latina, cultivada por autores como Plauto y Terencio. Las comedias, de gran carga satírica, eran interpretadas por actores disfrazados y acompañados de abundantes elementos musicales, de bailarines y de mimos.

Entre libros y músicas

Otra forma de ocio cultivado tenía lugar en las bibliotecas y los auditorios, donde se estudiaba, se rendía culto a los libros y se realizaban lecturas públicas y conferencias. Las bibliotecas públicas fueron promocionadas por Augusto y fueron germinando en todo el Imperio (a destacar las de Atenas, Caracalla, Como o Milán). Asimismo, la música también fue una afición común, aunque no era considerada un fin en sí misma sino un medio para embellecer los sacrificios, ritos, juegos y desfiles militares. Debido a la escasez de partituras originales que se han conservado, la música romana se considera una extensión de la griega tanto en composición como en instrumentación (lira, arpa, cítara, flauta o címbalo).

El ocio familiar y privado

En la antigua Roma, no todo el ocio era público, pensado para grandes audiencias o para disfrute elitista de minorías. También era habitual el ocio familiar, pasatiempos privados y juegos realizados en casa y en espacios íntimos. Se trataba de juegos infantiles, juegos de pelota, actividades físicas o juegos de azar. Este ocio lúdico se basaba en el juego, la diversión, el recreo, los hábitos saludables y la competición.

Los juegos infantiles

Muchos de los juegos infantiles romanos han llegado a nuestros días sin apenas modificaciones: el escondite, pares o nones, la gallina ciega, el columpio, el balancín o cara o cruz son los más famosos. También destacaba el uso del aro de hierro o bronce (el trochus) que se empujaba con una varilla (el clavis) y llevaba campanillas o anillos que tintineaban al rodar. Muy populares eran también la peonza, las canicas y las muñecas articuladas.

Los juegos para adultos

Los deportes y la actividad física eran las aficiones más practicadas a partir de la adolescencia: competiciones de natación (una de las actividades predilectas de los romanos), carreras pedestres, concursos de saltos, lanzamiento de disco y jabalina, o combates de lucha y pugilato. También hubo prácticas deportivas colectivas como los variados juegos de pelota (conocida como pila o sphera), que evolucionaron después hacia el hockey, béisbol, balonmano, fútbol o rugby.

Los juegos de azar

Por último, en Roma fueron habituales los juegos de azar. El más jugado era el de los dados, en el que se ganaba si se conseguía la puntuación más alta, si se acertaba las puntaciones que se iban a sacar o si se rellenaba un tablero con distintas puntuaciones. El juego de las tabas consistía en lanzar al aire varias piezas o huesos a modo de dados y se ganaba o perdía según el lado en que caían. También se practicaban los bolos, la micatio (adivinar el número de dedos levantados por el rival) y numerosos juegos de tablero que combinaban el azar de los dados con la habilidad al recorrer el itinerario del juego. Existió un juego similar al ajedrez, denominado juego de los soldados (milites)”.

“Historia sobre el ocio

Grecia y Roma

Ocio: depende de las circunstancias históricas y de la manera de pensar de la persona que estudia los acontecimientos históricos.

* El ocio = tiempo libre, liberación de obligaciones de trabajo y disponibilidad personal del tiempo. Se crea una situación de ocio cuando un individuo en su tiempo libre decide realizar las actividades que permitan satisfacer sus necesidades personales como, descansar, divertirse...

* Para los griegos: el ocio era para los hombres libres que no trabajaban y debían dedicar esa libertad a la contemplación de la sabiduría. Esta concepción podía defenderse porque Grecia poseía un volumen amplio de esclavos que hacían los trabajos necesarios para el conjunto de ciudadanos libres. Así pues, el ocio define al hombre libre, siendo el estado de quien no tiene la necesidad de trabajar. Para Aristóteles las actividades del ocio eran la música y la contemplación. De esta forma el ocio sería también sinónimo de felicidad.

* El trabajo de muchos (los esclavos) posibilita el ocio de unos pocos (hombres libres)

* Para los romanos: los romanos no asimilaron la visión griega del ocio.

* Otium = ocio, y negotium = negocio, o negación del ocio, trabajar

* Para los romanos el ocio es un tiempo de descanso y recreación del espíritu después del trabajo, para recuperarse y volver a la faena, es decir, el ocio tiene el fin de sacar el máximo provecho del negocio. Así pues, ocio y negocio forman una unidad. Las clases dominantes ejercían meditación, y las clases populares descanso y diversión. Muestra de ello eran los ocios populares y masivos propios de roma; notable cantidad de días festivos.

* Síntesis del ocio romano: recuperación respecto al trabajo, y medio de control político.

Edad Media y Renacimiento

Edad Media

* El trabajo y ocio se controlaba por las horas del sol y por la iglesia. El tiempo de trabajo eran las horas diurnas (8-16 horas). La iglesia determinaba los días festivos. Los días festivos y los tiempos muertos durante el trabajo se ocupaban con la compañía de los compañeros de faena: juegos fiestas y conversaciones se vivían como prolongación del trabajo. Ocupaciones del ocio; estar por la calle, pasear, tabernas, espectáculos callejeros, trovadores, juglares.

Baja Edad Media

* El ocio aparece con la finalidad de disminuir la ocupación del trabajo.

* En el período de la baja Edad Media se introduce un ocio inspirado en un espíritu lúdico clasista, donde las actividades, nunca productivas, se orientan sólo a diversión, exhibición. Dicho ocio suponía un respeto social, y era una prueba de riqueza, poder, de conservar el dominio ante el pueblo.

Renacimiento

* En el siglo XVIII aparece una concepción humanística; el hombre actúa ahora por encima del mundo para sacar provecho inmediato y concreto. Nacen así nuevos valores éticos y religiosos que consideran al trabajo como virtud y productivo, y al ocio como vicio e improductivo. Las horas de trabajo no bajando de 12, mayores exigencias laborales, las fiestas se reducen.

* Nace el ocio instructivo, siendo la aristocracia la única que conserve el ocio. El ocio es considerado una pérdida de tiempo que se ha de eliminar de la vida de cualquier individuo que quiera salvarse o mantenerse en una gran posición social.

Revolución Industrial

* El ocio es un tiempo sustraído al trabajo habitual, no porque ese tiempo no tenga valor sino por la desvalorización del trabajo.

- Burguesa: es un paso a la sociedad de consumo, a un tiempo de ocupación después del trabajo.

- Marxista: el tiempo libre debe de utilizarse en beneficio de la sociedad (tareas políticas, educativas,..). Las actividades culturales aumentan (teatro, cine...), pero las relaciones sociales, diversiones y descanso disminuyen. El tiempo libre supone una formación destinada al trabajo.

Burguesa: consumismo

Marxista: tiempo libre, no ocio

Liberación

No trabajar, sin obligaciones

Dudas sobre la propia palabra libertad.

Compensación

Con base en el trabajo realizado

Aprovechar más el tiempo para aumentar la productividad.

Psicológico

Vivencia de un estado subjetivo de libertad y que es expresivo de la propia personalidad

La subjetividad de la libertad no existe; en ninguna sociedad se es libre.

Social

Derecho de cada persona a elegir su ocio

Es una ocupación colectiva.

Económico

“laissez-faire”

Totalmente controlado por el estado.

Fenómenos sociales que llevan a la civilización del ocio

* Revolución industrial: el elemento humano paulatinamente sustituido por máquinas protagonistas del proceso. Da lugar al aumento de gente sin trabajo o con poco trabajo (reducción de la jornada laboral). Es por esto por lo que el hombre debe de aprender a disfrutar de su ocio como medio de libertad.

* Revolución tecnológica: también la tecnificación transforma nuestro modo de vida, aparece el mundo de los ordenadores...

* La sedentarización: el hombre pasa a ser sedentario desde que se dedica a la agricultura (neolítico). En el siglo XX la máquina representa la alternativa energética frente a la mano de obra, y a eso contribuye bastante la tecnificación. Esto es un paso más al sedentarismo, que traerá mucho tiempo libre.

2. Concepto de ocio

* Aquel tiempo libre, más allá de las obligaciones y necesidades del hombre, que se ha hecho posible gracias a la evolución de la civilización industrial y a la reivindicaron de los obreros de un tiempo de descanso.

- El ocio depende de las circunstancias históricas y de la manera de pensar del investigador que lo estudia. Implica siempre un marco temporal.

- Supone la liberación de las obligaciones del trabajo y de la disponibilidad personal del tiempo.

- Se crea una situación de ocio cuando el sujeto realiza actividades en su tiempo libre y se divierte, descansa...

Los tipos de tiempo social (concepciones de tiempo libre)

* El tiempo social: está condicionado; no hay libertad absoluta, es una elección entre alternativas, el autocondicionamiento y el heterocondicionamiento.

- El tiempo psico-biológico: tiempo impulsado por las necesidades psíquicas y biológicas; sueño, nutrición, actividad sexual. Son de duración variable y generalmente rítmicas. Son inevitables, aunque varían con los factores personales (nuestro carácter) y sociales (entorno), e impuestas por la naturaleza.

- El tiempo socioeconómico: tiempo invertido en “ganarse la vida”. El tiempo empleado en conductas derivadas de las necesidades económicas; actividad laboral, desplazamientos hogar-trabajo. En las mujeres, el trabajo doméstico. En los estudiantes, el tiempo para su formación.

- Puede ser autocondicionado, como en los estudiantes, amas de casa. Y heterocondicionado, sobretodo en la sociedad industrial.

* El tiempo sociocultural: el tiempo dedicado a la demanda sociocultural; ver amigos, hablar con esposo, votar en unas elecciones, cumplimentar impresos de declaración fiscal, cuidar a los hijos. Son compromisos resultantes del sistema de valores y pautas culturales.

* El tiempo libre: tiempo sin necesidad externa que impulse al hombre a realizar cualquier acción. La conducta es libre y es un tiempo al máximo autocondicionado que tiende a satisfacer las necesidades autocreadas.

Análisis del ocio como espacio de libertad

* Ocio (Dumazedier): actividad o conjunto de actividades que el hombre realiza para descansar, divertirse y desarrollar su personalidad.

* En el planteamiento de la concepción del ocio como espacio de libertad (libertad para elegir las diferentes actividades del ocio), podemos distinguir 3 tendencias:

- Actuación libre en función de necesidades personales: las actividades de tiempo libre se transforman en actividades de ocio cuando el sujeto se determina libremente en función de sus necesidades.

- Manipulación del nivel de libertad por intereses económicos, políticos, ideológicos: la libertad está manipulada por la publicidad de la industria del ocio y aparatos de control cultural, que someten al sujeto, al consumo de sus actividades.

- El hombre manipulado con capacidad crítica para decidir: el hombre sabe distinguir entre el ocio que se le vende y lo que realmente necesita.

* El grado de libertad real dependerá en cada sujeto, de:

- Su mayor o menor actitud crítica en el modo de utilizarlo.

- Condicionantes del entorno sociocultural.

- Su conocimiento sobre los diversos modos de ocupación.

- Su clase social.

3. Características de la actividad como ocio

* Dumazedier y Ripert establecen 4 características para determinar si una actividad entra en el dominio del ocio:

- Carácter liberatorio: supone la oposición del ocio a todo lo determinado por una obligación. Ocio es lo contrario de obligación.

- Carácter gratuito: el ocio no tiene como fin la realización de la actividad como puro placer, por la satisfacción personal.

- Carácter hedonístico: orientado siempre a la búsqueda de placer, felicidad.

- Carácter personal: las decisiones deben ser eminentemente personales.

4. El ocio según edad, sexo y niveles cultural, social y económico

* Socialización y ocio: el ocio contribuye a la socialización (relaciones más libres), y esta influye en nuestro ocio y actividades. Para sentir la liberación y el gozo, hay que tener satisfechas unas necesidades vitales.

* Edad y ocio: la edad va ligada a las posibilidades económicas. Interesa más a la industria del ocio el sujeto productivo. El niño, el joven no trabajador, el jubilado, conforman un grupo cuyo ocio será de segunda categoría.

* Ocio y nivel cultural, social y económico: cuanto mayor es el nivel cultural, mayor grado de comprensión e interpretación de la realidad. Así pues, las ofertas de ocio son tan diversas como niveles culturales. Los niveles sociales y económicos son causa y efecto del nivel cultural. Las diferentes características de estos niveles supondrán conceptos diferentes sobre el ocio y tiempo libre.

* Ocio y sexo: no hay ocios diferentes para cada sexo, lo que ocurre es que el rol social que se asigna a cada sexo provoca ciertas posibilidades de ocio para cada sexo. La sociedad presentará distintas ofertas a cada rol, fijando diferenciación de derechos y obligaciones según el sexo.

* Las nuevas generaciones han avanzado en este sentido; la mujer asciende grados culturalmente, trabaja más fuera de casa y reivindica su derecho al ocio.

Mitos urbanos

Un mito viene a decir qué somos y qué deseamos llegar a ser. Los mitos son sociológicos.

* Algunos piensan el problema de la sociedad urbana no es ni económico, ni político, ni tecnológico, sino mítico; ya que muchas veces el comportamiento de la gente depende de elementos inconscientes como los que determinan los mitos.

* Se ha dejado de lado los mitos urbanos dando prioridad a los grandes mitos “salvajes” (lo que no ha sido manipulado por el hombre), lo que ha provocado un malestar social en la cultura urbana.

* Los mitos “salvajes” se caracterizan por ser más atractivos para la independencia y la libertad. Ej. Mito de que el campo abierto es un lugar de purificación, libertad, limpieza de las presiones de lo urbano y de los desperdicios de la civilización

* Como la mayoría de la población es urbana, se han hecho esfuerzos por crear mitos urbanos para dar la importancia necesaria a las experiencias urbanas. Ej. Películas cuyos protagonistas son héroes reales de ciudad.

* Necesitamos mitos para explicar el mundo en el que vivimos, nunca olvidar lo viejos mitos.

Ocio en las comunidades en desventaja

* Tercera edad: debido a la falta de movilidad, de su condición física no tienen acceso al transporte personal (muchos porque no tienen vehículos). Para ellos las actividades de ocio están orientadas a la casa y a su entorno más cercano.

* Los pequeños: no tienen acceso al transporte personal, porque no tienen edad o por ingresos mínimos. Su movilidad es mayor en comparación con la tercera edad. Suelen dedicar su tiempo a escuchar música, hablar, tomar café... gustos muy similares a los ancianos pero que varían en el tiempo.

* Las amas de casa: están en desventaja porque se ven condicionadas por la casa y la familia. Se ven muy limitadas de tiempo.

Procesos sociales (incorporar en su estilo de vida la práctica física en el tiempo libre)

* El aumento del tiempo libre: se debe a muchos factores como son: disminución del trabajo doméstico, disminución del pluriempleo y la jornada laboral, aumento del desempleo. Aunque hay otros sectores que no han sufrido este aumento del tiempo libre.

* Consolidación de la sociedad de consumo: la finalidad es aumentar el capital, buscar nuevos mercados rentables o ampliar los existentes (venta de calzado, construcción de instalaciones...)

* Ascenso de nuevos valores sociales: se crea nuevas expectativas en los estilos de vida que coincide con los buscados en las nuevas prácticas: creatividad, expresión de la personalidad, diferenciación marginal...

* Popularización de algunos deportes: poco a poco las clases medias van accediendo a prácticas anteriormente reservadas a clases altas, y estas se ven obligadas a cambiar sus conductas motrices para no verse afectada su categoría social.

* Aumento de la capacidad adquisitiva de la población / proceso de distinción social: junto con el incremento de las clases medias, ha creado mayores posibilidades de acceso al mercado del deporte corporal.

* Acuerdo con las demandas de las clases populares: de acceder a la práctica deportiva, consiguiendo la democratización de la creación de instalaciones, de la diversificación de las ofertas...

5. Funciones y finalidades de los ocios en el tiempo libre

* Según Roger Sue podemos encontrar 3 tipos de funciones:

- Función psicológica del ocio: el ocio ofrece al sujeto unas condiciones ideales para satisfacción de necesidades psicológicas, olvidando estrés, realidad familiar, laboral…

- Las aportaciones individuales del ocio vienen dadas por la actitud que toma el sujeto ante las situaciones que selecciona.

* Funciones sociales del ocio: relación sociedad – entorno.

- De socialización: el núcleo social se deteriora porque las condiciones laborales empobrecen las relaciones sociales, conducen a la soledad, no existe comunicación interpersonal... etc. La familia (los jóvenes abandonan sus hogares, la mujer en el mundo laboral,..) pierde influencia como agente socializador del individuo. El ocio ayuda a recuperar la relación sociedad – entorno.

- Simbólica: el ocio es símbolo de clases; distingue diferentes categorías sociales. Pero la práctica o elección de este aparece como símbolo de afirmación personal, de un deseo de individualización, más que de símbolo de clase social.

- Terapéutica: el ocio contribuye a mantener un buen estado de salud física, psíquica y social, disminuyendo riesgo de enfermedades. También contribuye al reposo, a la diversión y a la huida.

* Función económica del ocio: el ocio es una actividad de consumo, está integrado en el sistema económico y le da gran soporte. Es una inversión de tiempo + dinero que se ha convertido en el motor de la economía.

Pero no siempre se basa en el principio del consumo, ciertas formas de consumo no son costosas como actividades de aire libre, es un simple pasar el tiempo; en este caso no ocasiona ingresos.

* Funciones del ocio en el plano individual

Una forma de hacer activo el ocio es que el individuo se sienta identificado con su propia persona como principal protagonista.

- Ocio: conjunto de ocupaciones que el individuo realiza de forma voluntaria para descansar, para divertirse, para desarrollar su formación desinteresada o su libre capacidad creadora, cuando se ha liberado de sus obligaciones personales.

- Descanso: el reposo y la liberación de toda la acumulación de tensiones de obligaciones personales. En el trabajo ya no hay tanta carga física, sino psíquica, a causa de la poca movilidad física, la aparición de la máquina como sustitutivo en los trabajos, la rutina, la uniformidad. También contribuye a ese ahogo, los desplazamientos al trabajo, caravanas, embotellamientos. El ocio permite cambiar de actividad con el objetivo de evadirse.

- Diversión: nos alejamos del estado de aburrimiento, lanzándonos al ocio y diversión, buscando placer, bienestar. La diversión favorece las relaciones sociales, y a veces el ocio se convierte en la forma de enriquecer dichas relaciones.

- Desarrollo de la personalidad: supone que el individuo después del trabajo, tenga la suficiente energía para hacer actividades que contribuyen al desarrollo intelectual, artístico y físico. El ocio permite que expresemos cierta polivalencia existente en nosotros, evitando la atrofia física o intelectual que aparece por la forma de vivir unidimensional.

A. Funciones antropológicas

* Tiempo libre (Weber): suma total del tiempo libre de la niñez a la vejez, incluido el tiempo libre en los días laborales, fines de semana, días festivos y vacaciones anuales.

Existen 3 funciones:

a. Regeneración: recuperación de las energías corporales y anímicas tras realizar un esfuerzo.

b. Compensación: es la posibilidad del organismo de satisfacer deseos reprimidos, de conseguir un equilibrio frente a las frustraciones, superando dificultades, etc.

c. Ideación: orientación en el terreno de lo ideal (normas o incitaciones).

B. Funciones del ocio según la actitud del sujeto

a. Tiempo no utilitario: es un tiempo que ni se vende ni se puede comprar. Es la recuperación de nuestro tiempo, la búsqueda de alternativas al consumo. Tiempo de vivir y de soñar.

b. Tiempo liberador: es cuando se participa plenamente en un proyecto de liberación que permite sacar lo que se lleva dentro.

c. Tiempo ocioso: es la reacción al tiempo de trabajo. Se trata de disfruta del tiempo, de reencontrar el verdadero sentido del placer, la meditación, etc.

d. Tiempo creativo: tiempo que nos pertenece a nosotros, de ser críticos con la sociedad de consumo.

e. Tiempo de expresión y comunicación: es cuando la persona goza de una triple dimensión en su dinámica de relación cotidiana; consigo misma, con el medio humano y con el medio físico.

f. Tiempo de compromiso social: debe llevar a una inserción social, a unas tareas concretas en un medio concreto (barrio, familia...). participación voluntaria con dimensiones sociales e integradoras”.