Por John Marulanda*
"Frente al ataque del dólar criminal, ordené al equipo económico
tomar medidas en defensa de la tasa oficial, por un comercio sano que respete los
derechos del pueblo", señaló el presidente Maduro. El
equipo económico está diseñando un "conjunto de acciones", refrendó
la vicepresidenta Rodríguez. Antier oíamos que la moneda de
ese país era de las más devaluadas de la región, seguida por las de Chile y Argentina.
Y Colombia no lo está haciendo mal: “la moneda colombiana siguió avanzando
hacia el techo psicológico de los $5.000 y se ubicó (…) en $4.968,94, el
sexto récord histórico consecutivo más alto”, dijo Portafolio en su momento.
Otra cosa es el mexicano
López Obrador cauteloso en su relación comercial con su poderoso vecino del norte.
Y esta relación parece estar en el corazón de todos los vínculos anticapitalistas,
de élites, de los países centro y suramericanos. El peso mexicano es la tercera moneda más
apreciada este año, mientras otras divisas latinoamericanas han
tocado mínimos históricos, según algunos analistas. Los flujos de divisas y la inversión extranjera directa marcan monedas
estables y fuertes.
El caso del Perú es
muy significativo, pues mientras Castillo es el sexto presidente defenestrado en
el sexenio, el país no reduce su dinámica económica que continúa avanzando. El secreto
parece ser la autonomía e independencia del Banco Central que estabiliza el sol. El Banco compra o vende
dólares según sea necesario para modular la oferta y la demanda, y así mantener
el tipo de cambio en el nivel deseado. La divisa peruana sigue siendo una de las
más fuertes de la región, pues se ha venido apreciando, ganando o recuperando su
valor.
Las circunstancias de
Chile y el aplanchamiento de Boric con un alto porcentaje de rechazo a su nueva
constitución, es otra llama de alerta de una izquierda que parece vacilar en sus
principios fundamentalistas. El valor de la moneda nacional ha caído drásticamente,
contribuyendo a la difícil situación económica que afronta el país austral. Durante
el 2022, el peso chileno se ha depreciado 10% frente al dólar y es la quinta moneda
que más ha perdido su valor. En esta parte del planeta, solo
es superado por el peso argentino, que ha retrocedido un poco más del 18%.
El presidente chileno se refirió a la contingencia económica, asegurando
que es “tremendamente preocupante”; sostuvo que “también hay factores internos y esto, sin lugar a duda, contribuye”.
En Argentina, mundial
aparte, la condena a la vicepresidenta Kirchner plantea serios problemas ideológico-económicos
para una cultura del subdesarrollo en franca crisis financiera y en Brasil, reina
la más absoluta incertidumbre sobre el futuro inmediato de Lula y su equipo administrativo.
Y así podríamos seguir
por toda la región y por extensión por todo el mundo que amenaza recesión durante
el 2023.
Es un hecho que la izquierda, cuando gobierna, nunca ha logrado, y no lo
logrará, un bienestar económico general y un estímulo privado natural, con la excepción
de Perú. Los casos de las Coreas en Asia y de Cuba y Venezuela en nuestro territorio,
son emblemáticos.
En Venezuela, por ejemplo, un general de Brigada retirado tiene una pensión
de 60 dólares mensuales y su Fondo de Ayuda Humanitaria escasamente va un poco más
allá de los 7.
El añejo ecumenismo
petrista, pues, parece caer en un sembradío multifacético económico continental,
lleno de los más diversos cultivos y en general en un desanimante panorama económico
en donde el Estado será el eje principal de nuestras economías. Y no tocamos aquí
la legalización del lavado de activos del narcotráfico ni la migración ilegal de
ciudadanos latinoamericanos: subsistimos en gran parte de las remesas. Crudo y complicado
2023.