Por José Alvear Sanín*
El anuncio de Petro sobre la inminente
liberación de los forajidos de la Primera Línea, de manera que puedan celebrar
piadosamente y en familia las Navidades, sin duda alguna constituye un golpe de
Estado, al que sigue otro con la creación —sin facultades para ello— de una espuria
comisión para escoger, entre 170 detenidos, los primeros “gestores de paz”.
La liberación caprichosa de los sindicados de
tantos y tan graves delitos viola la división de los poderes públicos, usurpa
las facultades de los jueces y también las legislativas. Además, la tal
comisión se integra para que, por interpuestas personas, se cometan varios
delitos…
No quiero detenerme en estos lamentables actos,
rechazados por Fiscalía, Procuraduría y Corte Suprema, porque esos organismos
seguramente se quedarán cortos y no serán capaces de denunciar, ante la
Comisión de Acusaciones de la Cámara, a los autores de estas
incalificables trapisondas.
Quiero, más bien, referirme a la inmensa
repercusión política de esta abusiva determinación de Petro, porque si además
se crea un inmenso cuerpo de 100.000 “jóvenes para la paz”, la dictadura
totalitaria estará a la vuelta de la esquina.
Petro justifica su propósito dizque con el fin
de alejarlos de “organizaciones multicriminales”, y su variopinto minjusticia
agrega que ese contingente tendrá como funciones “tareas humanitarias,
trabajo para la reconciliación y promoción de la cultura ciudadana”.
¡Petro, a continuación, anuncia que esos “100.000
gestores de paz devengarán de a millón mensual”, generando un gasto anual adicional
de más de un billón de pesos! Pero creemos, sin embargo, que se queda corto
porque olvida que se acaba de decretar un salario mínimo con alza del 16 %, y
que seguramente habrá que vincularlos con prima, vacaciones y seguridad social.
¡Increíble!, pero lo menos grave de este
astronómico gasto es el absurdo fiscal, porque lo que hay detrás es la
formación de una imparable e implacable policía política. Me estremezco con este
anuncio, porque recuerdo una larga lista de cuerpos similares, sin los cuales
no pueden funcionar las peores dictaduras: las Camisas Negras de Mussolini; y
las Pardas, las Schutzstaffel y la Hitlerjugend; los Guardas Rojos de Mao; los
Tonton Macoutes de Duvalier; los Guardas de la Revolución, en Irán; las
Brigadas de Reacción Inmediata y los Comités de Defensa de la Revolución, en
Cuba; y los Colectivos Bolivarianos en Venezuela.
No olvidemos, siguiendo a Orwell, que el
Ministerio de la Paz hace la guerra…, por tanto, bajo el gobierno comunista,
los “jóvenes de paz” impondrán la violenta paz petrista al país que él conduce
velozmente al abismo…
***
Cuando Petro pronuncia la imaginativa expresión
de “organismos multicriminales”, ¿no estará pensando en el M-19, las FARC, el
ELN, la Oficina de Envigado, las Autodefensas Gaitanistas, el Clan del Golfo…
con las cuales se hará la “paz total"?