miércoles, 21 de diciembre de 2022

Hacia la parapolicía política

José Alvear Sanín
Por José Alvear Sanín*

El anuncio de Petro sobre la inminente liberación de los forajidos de la Primera Línea, de manera que puedan celebrar piadosamente y en familia las Navidades, sin duda alguna constituye un golpe de Estado, al que sigue otro con la creación —sin facultades para ello— de una espuria comisión para escoger, entre 170 detenidos, los primeros “gestores de paz”.

La liberación caprichosa de los sindicados de tantos y tan graves delitos viola la división de los poderes públicos, usurpa las facultades de los jueces y también las legislativas. Además, la tal comisión se integra para que, por interpuestas personas, se cometan varios delitos…

No quiero detenerme en estos lamentables actos, rechazados por Fiscalía, Procuraduría y Corte Suprema, porque esos organismos seguramente se quedarán cortos y no serán capaces de denunciar, ante la Comisión de Acusaciones de la Cámara, a los autores de estas incalificables trapisondas.

Quiero, más bien, referirme a la inmensa repercusión política de esta abusiva determinación de Petro, porque si además se crea un inmenso cuerpo de 100.000 “jóvenes para la paz”, la dictadura totalitaria estará a la vuelta de la esquina.

Petro justifica su propósito dizque con el fin de alejarlos de “organizaciones multicriminales”, y su variopinto minjusticia agrega que ese contingente tendrá como funciones “tareas humanitarias, trabajo para la reconciliación y promoción de la cultura ciudadana”.

¡Petro, a continuación, anuncia que esos “100.000 gestores de paz devengarán de a millón mensual”, generando un gasto anual adicional de más de un billón de pesos! Pero creemos, sin embargo, que se queda corto porque olvida que se acaba de decretar un salario mínimo con alza del 16 %, y que seguramente habrá que vincularlos con prima, vacaciones y seguridad social.

¡Increíble!, pero lo menos grave de este astronómico gasto es el absurdo fiscal, porque lo que hay detrás es la formación de una imparable e implacable policía política. Me estremezco con este anuncio, porque recuerdo una larga lista de cuerpos similares, sin los cuales no pueden funcionar las peores dictaduras: las Camisas Negras de Mussolini; y las Pardas, las Schutzstaffel y la Hitlerjugend; los Guardas Rojos de Mao; los Tonton Macoutes de Duvalier; los Guardas de la Revolución, en Irán; las Brigadas de Reacción Inmediata y los Comités de Defensa de la Revolución, en Cuba; y los Colectivos Bolivarianos en Venezuela.

No olvidemos, siguiendo a Orwell, que el Ministerio de la Paz hace la guerra…, por tanto, bajo el gobierno comunista, los “jóvenes de paz” impondrán la violenta paz petrista al país que él conduce velozmente al abismo…

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Cuando Petro pronuncia la imaginativa expresión de “organismos multicriminales”, ¿no estará pensando en el M-19, las FARC, el ELN, la Oficina de Envigado, las Autodefensas Gaitanistas, el Clan del Golfo… con las cuales se hará la “paz total"?