lunes, 13 de junio de 2022

Medellín visto desde sus ciclo rutas

Andrés de Bedout Jaramillo
Por Andrés de Bedout Jaramillo*

El sábado pasado resolví recorrer a Medellín en bicicleta por las ciclo rutas, en solitario.

Salí tipo 10:00 a. m. desde la transversal intermedia de Envigado. En EAFIT me monté en la ciclo ruta que va por el separador central de la avenida Las Vegas, poniendo a prueba mi equilibrio, mis reflejos y mi atención, cualquier error podría ser fatal. Me sentí seguro y tranquilo hasta la Cra. 30, de ahí en adelante tocó abrir muy bien los ojos, templar los nervios y apurar el paso en la medida de las posibilidades de las señales de tránsito, que no permiten un avance fluido, continuo. Quería evitar la posibilidad de ser abordado por algún atracador, ser arrollado por un motociclista e inclusive, arrollar algún peatón. Es que a los motociclistas y a los peatones les encantan las ciclo rutas.

Recorrí la avenida San Juan, pasando por el peatonal habilitado como ciclo ruta, como preparación para entrar en la zona de la plaza de toros La Macarena, zona de habitantes de calle y recicladores, muy afectados por la drogadicción. Al llegar a la unidad deportiva Atanacio Girardot luego de recorrer la Cra. 70, vi la importancia de los espacios públicos para la comunidad, personas de todas las edades y grupos de niños con sus profesores, aprovechando toda la oferta deportiva. Luego subí hasta la Cra 80 y bajé a la 70, al parque Juan Pablo Segundo. Quería llegar a la Terminal de Transportes del Sur, lo que me obligó a meterme por detrás de la pista del Aeropuerto Olaya Herrera, Barrio Antioquia, una zona muy miedosa, que recorrí a la máxima velocidad que permitieron mis piernas; tenía un compromiso con mi recién fallecida empleada Escilda Rodríguez, despacharle mi bicicleta a su hermano, apodado Pelo Malo, en Arboletes.

El próximo 19 de junio, como en la ciclo ruta, estarán a prueba nuestro equilibrio, nuestros reflejos, nuestra atención, para votar por Rodolfo Hernández que nos ofrece la verdadera lucha contra la corrupción y las exageradas prebendas de nuestros políticos, priorizando el interés general sobre el interés particular.

Que nuestro Señor Jesucristo tenga en su gloria a Escilda y nos ilumine el día de las elecciones presidenciales.