Por Andrés de Bedout Jaramillo*
El sábado pasado resolví recorrer a Medellín en bicicleta
por las ciclo rutas, en solitario.
Salí tipo 10:00 a. m. desde la transversal intermedia de
Envigado. En EAFIT me monté en la ciclo ruta que va por el separador central de
la avenida Las Vegas, poniendo a prueba mi equilibrio, mis reflejos y mi
atención, cualquier error podría ser fatal. Me sentí seguro y tranquilo hasta
la Cra. 30, de ahí en adelante tocó abrir muy bien los ojos, templar los
nervios y apurar el paso en la medida de las posibilidades de las señales de
tránsito, que no permiten un avance fluido, continuo. Quería evitar la posibilidad
de ser abordado por algún atracador, ser arrollado por un motociclista e
inclusive, arrollar algún peatón. Es que a los motociclistas y a los peatones
les encantan las ciclo rutas.
Recorrí la avenida San Juan, pasando por el peatonal
habilitado como ciclo ruta, como preparación para entrar en la zona de la plaza
de toros La Macarena, zona de habitantes de calle y recicladores, muy afectados
por la drogadicción. Al llegar a la unidad deportiva Atanacio Girardot luego de
recorrer la Cra. 70, vi la importancia de los espacios públicos para la
comunidad, personas de todas las edades y grupos de niños con sus profesores,
aprovechando toda la oferta deportiva. Luego subí hasta la Cra 80 y bajé a la
70, al parque Juan Pablo Segundo. Quería llegar a la Terminal de Transportes del
Sur, lo que me obligó a meterme por detrás de la pista del Aeropuerto Olaya
Herrera, Barrio Antioquia, una zona muy miedosa, que recorrí a la máxima
velocidad que permitieron mis piernas; tenía un compromiso con mi recién fallecida
empleada Escilda Rodríguez, despacharle mi bicicleta a su hermano, apodado Pelo
Malo, en Arboletes.
El próximo 19 de junio, como en la ciclo ruta, estarán a
prueba nuestro equilibrio, nuestros reflejos, nuestra atención, para votar por
Rodolfo Hernández que nos ofrece la verdadera lucha contra la corrupción y las
exageradas prebendas de nuestros políticos, priorizando el interés general
sobre el interés particular.
Que nuestro Señor Jesucristo tenga en su gloria a Escilda y
nos ilumine el día de las elecciones presidenciales.