domingo, 1 de septiembre de 2019

Los desertores


Por Andrés de Bedout Jaramillo*

Andrés de Bedout Jaramillo
Los desertores del proceso de paz lograron poner de acuerdo en algo a todos los actores del país.

Todos estamos de acuerdo en que se deben perseguir, capturar y dar de baja, inmediatamente. Todos estamos de acuerdo en que traicionaron el acuerdo y traicionaron al país. Todos estamos de acuerdo sobre el patrocinio venezolano. Todos estamos de acuerdo en que son narcotraficantes y bandidos. Todos estamos de acuerdo en qué hay que cumplirle a esa mayoría llamada guerrillerada, para que no se deje cautivar por esa minoría llamada bandidos desertores, narcotraficantes, incumplidores de los acuerdos de paz.

La amenaza de estos bandidos, de que no van a secuestrar, pero que sí van a extorsionar, la tendremos que enfrentar con mucho valor y decisión, con una ventaja muy grande sobre ellos, la vamos a enfrentar unidos. Las declaraciones de todos los partidos y movimientos políticos, viejos y nuevos, de todas las autoridades judiciales, incluida la JEP, generan muchas esperanzas al país.

Definitivamente, no hay mal que por bien no venga.

Estoy seguro de que si este episodio lo manejamos con humildad, sin meterle la cizaña de ganadores y perdedores, de quienes tenían o no la razón, va permitir abrir puertas para enfrentar unidos todos los otros males que nos tienen jodidos, como la corrupción a todos los niveles en los sectores público y privado, la inequidad que no ha permitido satisfacer las necesidades básicas de los más pobres, las reformas a la justicia para garantizar que todos los colombianos podamos acceder a un pronto y cumplido mecanismo que solucione los conflictos entre particulares y con el Estado, a la urgente necesidad de que las vías que conecten al país física y virtualmente, se desatranquen, permitiendo el anhelado desarrollo agrícola, industrial, comercial y de servicios, para nuestro autoabastecimiento y la exportación, generadores de riqueza y empleo para todos los colombianos; a que todos seamos cuidadores responsables del medio ambiente, recordando siempre que el cambio climático se convirtió en un sobrecosto muy grande en todas las actividades de los humanos.

Llenémonos de optimismo, humildad y solidaridad, trabajemos duro en la búsqueda de acuerdos en todo lo que nos une, que mejorará la calidad de vida de todos. Dejemos la angurria, se puede, los desertores nos unieron, no perdamos el impulso, todos vamos a ser más felices, todos cabemos, todos podemos, la unión hace la fuerza.

¡Viva Colombia la nuestra, la de todos y para todos!

Llegó el momento para que gobernantes y dirigentes, luzcan sus calidades de verdaderos colombianos para colombianos.

Llegó el momento del interés general sobre el interés particular.