Fredy Angarita
Desde hace años he sentido cierto bullying
disfrazado de corrección lingüística, sobre todo por parte de los que se creen
los sabios del idioma. O peor aún, por quienes solo repiten burlas que
escucharon en alguna parte, como si fueran verdades absolutas.
¿Quién no ha dicho alguna vez “entrar adentro”,
“salir afuera”, “subir arriba” o “bajar abajo”? y claro, enseguida llega el
coro burlón con su clásico “¡Eso está mal dicho!”
Uno responde con pena, como si hubiera cometido
un crimen contra el español:
—Ahhh, sí, perdón.
Pero resulta que hoy, la mismísima RAE, sí, la
Real Academia Española, nos sale con una perla en su cuenta oficial: “Estas
expresiones no son incorrectas. Son pleonasmos: recursos expresivos frecuentes
en el lenguaje coloquial.” Pleonasmo: anótelo bien[1].
Es cuando se repite una palabra o idea dentro
de una frase, no por error, sino para reforzar el mensaje, darle ritmo, darle
fuerza.
Los países que más usamos este recurso, según
ellos mismos, somos España, México, Colombia, Venezuela y República Dominicana.
Ahora me pregunto: ¿será que en los demás
países también se burlan de los que usan el pleonasmo en sus conversaciones
coloquiales, o es solo acá, donde corregimos por deporte?
Lo cierto es que hoy tengo un argumento de peso:
oficial, certificado, respaldado. Ahora, si alguien se atreve a corregirme,
podré responder con toda tranquilidad:
—Tranquilo, la RAE me dio permiso.
Me dejaron entrar adentro.
Gracias, RAE.
Y de paso, gracias por hablar como nosotros.