José Alvear Sanín
En un país horrorizado por el atentado
contra Miguel Uribe Turbay, los comentarios sobre el atroz e infame hecho
ocuparán, lógicamente, la atención de todos, de manera preferente, en las
próximas semanas.
Solidario con la inocente víctima, con
su familia y el partido al que pertenece el distinguido candidato, creo, sin
embargo, necesario presentar interrogantes y consideraciones surgidas, más de
la Realpolitik que de la condenación circunstancial de ese doloroso
caso, porque no se podría ignorar que este atentado se inscribe dentro del plan
revolucionario en curso.
1. El atentado no responde, seguramente,
a la espontánea indignación de un adolescente, aterrado por algo, como, por
ejemplo, que su víctima sea el “nieto de un presidente que asesinó a 10.000
ciudadanos” ...
2. El sicario fue, presuntamente,
escogido y aleccionado. Muy posiblemente le prometieron jugosa paga y, en caso
de ser capturado, tratamiento penal corto y benigno, por ser menor de edad. Muy
probablemente también, fue entrenado en el uso certero de un arma no
propiamente para principiantes.
3. Este es un acto terrorista que, por
tanto, no obedece al azar de una mente juvenil, generosa, idealista y alocada.
4. El atentado encaja en el plan de
incendiar el país por los cuatro costados, necesario para crear las condiciones
favorables al autogolpe, sea por la cancelación de elecciones, sea por la
promulgación de una nueva Carta exigida por el “poder constituyente popular”.
5. La reacción nacional de indignación
relega a un plano muy secundario todo lo referente a las denuncias de Leyva y
encubre los más recientes escándalos, desfalcos y latrocinios en Ecopetrol, dando
al Gobierno un respiro en los momentos de su máximo descrédito...
6. No se necesita mayor perspicacia para
presumir que sus autores intelectuales son los mismos que dirigen el plan
revolucionario para la toma definitiva del poder.
7. El doctor Uribe Turbay no es “el hijo
de una árabe, en Bogotá”, sino de una colombiana perteneciente a una familia
que llegó a Colombia muchos años antes que otras, también de origen
mediterráneo.