Páginas

jueves, 12 de junio de 2025

El atentado: ¿de quiénes y para qué?

José Alvear Sanín
José Alvear Sanín

En un país horrorizado por el atentado contra Miguel Uribe Turbay, los comentarios sobre el atroz e infame hecho ocuparán, lógicamente, la atención de todos, de manera preferente, en las próximas semanas.

Solidario con la inocente víctima, con su familia y el partido al que pertenece el distinguido candidato, creo, sin embargo, necesario presentar interrogantes y consideraciones surgidas, más de la Realpolitik que de la condenación circunstancial de ese doloroso caso, porque no se podría ignorar que este atentado se inscribe dentro del plan revolucionario en curso.

1. El atentado no responde, seguramente, a la espontánea indignación de un adolescente, aterrado por algo, como, por ejemplo, que su víctima sea el “nieto de un presidente que asesinó a 10.000 ciudadanos” ...

2. El sicario fue, presuntamente, escogido y aleccionado. Muy posiblemente le prometieron jugosa paga y, en caso de ser capturado, tratamiento penal corto y benigno, por ser menor de edad. Muy probablemente también, fue entrenado en el uso certero de un arma no propiamente para principiantes.

3. Este es un acto terrorista que, por tanto, no obedece al azar de una mente juvenil, generosa, idealista y alocada.

4. El atentado encaja en el plan de incendiar el país por los cuatro costados, necesario para crear las condiciones favorables al autogolpe, sea por la cancelación de elecciones, sea por la promulgación de una nueva Carta exigida por el “poder constituyente popular”.

5. La reacción nacional de indignación relega a un plano muy secundario todo lo referente a las denuncias de Leyva y encubre los más recientes escándalos, desfalcos y latrocinios en Ecopetrol, dando al Gobierno un respiro en los momentos de su máximo descrédito...

6. No se necesita mayor perspicacia para presumir que sus autores intelectuales son los mismos que dirigen el plan revolucionario para la toma definitiva del poder.

7. El doctor Uribe Turbay no es “el hijo de una árabe, en Bogotá”, sino de una colombiana perteneciente a una familia que llegó a Colombia muchos años antes que otras, también de origen mediterráneo.